Con molestia. Así reaccionó el paraguayo Rolando García Guerreño, uno de los centrales de Lanús que dijo presente en la final de ida de la Copa Libertadores.

Y la rabia del zaguero no fue precisamente contra algunos de los jugadores del pleito. El defensor se enojó con el árbitro chileno Julio Bascuñán.

“La verdad que el tema con el árbitro por ahí es por el trato poco duro con los jugadores”, expresó el deportista tras el partido.

Pero eso no fue todo. García complementó que “intentamos acercarnos para hablarle bien, pero él te hablaba mal”.

“De la amarilla de Braghieri (se perderá la final), de esas jugadas hubo como diez de Gremio“, se quejó el guaraní.

Finalmente, Rolando García sostuvo que “ya está, ahora a descansar y replantear esto que seguramente lo vamos a dar vuelta”.