Mientras a medio continente le espera una noche de infarto, Brasil podría darse el lujo de relajarse con su clasificación para el Mundial garantizada desde marzo, pero esta ‘Seleçao’ no piensa descansar hasta Rusia, por mucho que la urgida Chile se juegue la vida el martes en Sao Paulo.

“El Mundial ya comenzó para nosotros. Comenzó cuando acabó el partido contra Paraguay [el 28 de marzo] y nos clasificamos. Ahora nos estamos preparando. Hay que consolidar el equipo y tengo poco tiempo para aprovechar”, afirmó el seleccionador Tite en la previa del juego contra La Roja.

Y, sin oportunidades que perder, además de una brillante hoja de servicios que proteger (desde su llegada hace poco más de un año, ya que acumula nueve victorias y dos empates consecutivos en partidos oficiales), la aguerrida Chile se presenta como el rival perfecto.

“Es un equipo con las características y el ADN de un bicampeón de América. Hace triangulaciones, jugadas cortas, tiene profundidad. Tiene elementos de alta calidad”, resaltó Tite, para quien la Roja y Brasil “son los mejores equipos de Sudamérica en aspectos individuales y colectivos”.

Las realidades de ambos, sin embargo, no podrían ser ahora más distintas.

Tercera del premundial sudamericano -aunque empatada a 26 puntos con Colombia y con solo uno de ventaja sobre Perú y Argentina-, Chile precisa vencer el martes ante el líder Brasil si no quiere vivir una noche agónica.

Un empate de La Roja ante el ‘Scratch’ le abriría las puertas del repechaje ante Nueva Zelanda, aunque sin despegarse de la calculadora.

Igualmente infartante se presenta la velada para la Argentina de Lionel Messi, a quien medio mundo estará mirando mientras se pasea por el abismo de Quito.

“Imaginen lo que están viviendo las otras selecciones, sin poder dormir. Nuestra situación es de gratitud, sé que los hinchas son más apasionados con los clubes y exigentes con la selección. Tenemos que jugar bien para cautivarles, necesitamos su apoyo”, lanzó el técnico brasileño con su habitual expresividad.

“Vamos a hacer lo que es más importante para nosotros, para la dignidad de un pueblo: hacerlo lo mejor posible. Los demás recogerán el fruto del trabajo que hicieron”, zanjó.