La décima jornada del Torneo Clausura 2017 del fútbol mexicano fue suspendida luego de que los árbitros anunciarán que no pitarán en reclamo de duras sanciones para el argentino Enrique Triverio y el paraguayo Pablo Aguilar, quienes agredieron a dos silbantes el miércoles.

La jornada “ha sido suspendida debido que los árbitros designados (…) se han negado a prestar sus servicios, decisión que fue tomada de forma unilateral”, informó este viernes en un breve comunicado la Federación Mexicana de Fútbol.

El partido con el que arrancaba la jornada debía disputarse la noche de este viernes en el puerto de Veracruz, donde los Tiburones recibían al Puebla, aunque sin público debido a una sanción al estadio resultado de actos violentos de aficionados.

Los equipos llegaron, lo mismo que los silbantes, quienes sin embargo “dejaron el estadio antes de que iniciara” el encuentro, dijo a la AFP una fuente del Puebla.

Ésta es la primera vez que se suspende la jornada completa del fútbol mexicano por una protesta de árbitros.

Exigen un año de suspensión

El miércoles, en partidos de la Copa México que se juega en paralelo al torneo regular, Triverio le dio un empujón al árbitro Miguel Angel Flores en el partido en el que su equipo, el Toluca, cayó 3-2 ante el Morelia.

Aguilar, del América, le dio un cabezazo al juez Fernando Hernández en el encuentro en el que su equipo fue derrotado 1-0 por el Tijuana.

Poco antes de la hora marcada para el inicio del Veracruz-Puebla, la Federación anunció que el paraguayo será sancionado con 10 partidos de suspensión y el argentino con ocho.

Esto causó indignación entre los hombres de negro, que reclamaban sanciones más severas para los jugadores sudamericanos.

“La Asociación Mexicana de Árbitros no se hará presente en la #Jornada10 de #LigaMX, luchando por el #Respeto dentro del Terreno de Juego”, publicaron los silbantes en su cuenta de Twitter, la que sin embargo no está certificada.

Horas antes del anuncio de las sanciones, en la misma red la Asociación demandaba por una “sanción ejemplar”, “respeto y no más violencia”.

Los silbantes apelan a que se cumpla con el reglamento del fútbol mexicano, el cual señala que “agredir a los oficiales de partido por cualquier medio” debe ser sancionado con “un año de suspensión en todas sus funciones”.

Esta inédita protesta de los árbitros en el fútbol mexicano y ha sido aplaudida por expertos y silbantes en retiro.

“Ya era justo que se hiciera algo así, la Liga tiene que proteger al árbitro porque hay jugadores que se sienten con más autoridad en la cancha”, dijo a la AFP Virnia Tovar, quien en algún momento de su carrera como árbitro profesional fue blanco de comentarios misóginos.

En otras ocasiones se han suspendido partidos pero por otros motivos, como fenómenos climatológicos.