“Tuvo una falta de respeto inaceptable. Conmigo no va más en el equipo”. Con estas palabras el entrenador del Celta de Vigo, Eduardo Berizzo, confirmó el pasado martes la marginación del delantero chileno Fabián Orellana de su plantilla.

Y si bien el estratega no quiso profundizar en detalles, en las últimas horas la prensa española se ha encargado de ‘filtrar’ los motivos del desencuentro entre ambas partes, haciendo hincapié en una dura frase del ‘Poeta’ contra el adiestrador.

El origen del conflicto

Esta jornada el periódico Faro de Vigo pudo complementar sus primeras informaciones, en una nota que tituló “Una respuesta, un incendio”.

En la crónica, se especifica que Orellana tuvo una serie de desencuentros con el cuerpo técnico y el adiestrador, lo que se ‘coronó’ con una supuesta frase delante de sus compañeros.

Todo se habría iniciado en la época de Navidad. El futbolista fue uno de los que reclamó públicamente en el club, cuestionando que los días de vacaciones eran pocos (23 al 30 de diciembre). Es más, para hacer sentir su enojo, en forma de ‘protesta’ decidió no ir a apoyar a sus compañeros al duelo contra el UCAM Murcia en Balaídos (estaba con problemas físicos), apunta el periódico.

Después de este tiempo de ‘pausa’, Berizzo habría querido citar al atacante luego de recibir el alta médica. Sin embargo, dice Faro, el chileno afirmó aún no estar preparado “psicológicamente” para su retorno.

“Que se vaya a cagar”

Pero las cosas empeorarían. Tras haber superado sus problemas físicos y psicológicos, Fabián Orellana llegó en condiciones para el partido de vuelta de la Copa del Rey frente al Valencia.

Sin embargo, la demora en los plazos de recuperación molestó al equipo que lidera Berizzo, por lo que el estratega habría intentado conversar la situación con el delantero… lo que terminó por quebrar definitivamente la relación entre ambos.

El ayudante Roberto Bonano fue el encargado de informar a Orellana que debía acudir a la oficina del adiestrador para conversar sobre el tema, delante del resto del plantel, pero la respuesta del chileno fue dura y -para el juicio del DT- “inaceptable”: “Que se vaya a cagar. No voy”.

“Orellana termina de ducharse, se viste y se marcha de A Madroa sin acudir a la cita con Berizzo. El técnico toma entonces la decisión definitiva. No habrá más Orellana en el Celta que él dirige”, puntualiza el Faro de Vigo.

Recordemos que la dirigencia del Celta expresó públicamente su respaldo cien por ciento a Eduardo Berizzo y puso ‘a la venta’ a Fabián Orellana.