Sin duda alguna, uno de los partidos más recordados de Copa Libertadores por los hinchas nacionales fue la semifinal de 1991 que disputaron Colo Colo y Boca Juniors en el Estadio Monumental.

Aquella histórica noche, el Cacique venció por 3-1 a los argentinos y se clasificaría a la final del certamen, que después terminaría ganando. Pero además de lo deportivo, todo el mundo recuerda la escandalosa pelea que se originó tras el pitazo final.

Fue una batalla campal que terminó con los argentinos pasando una noche en la comisaría por su seguridad, el Maestro Tabárez con un corte en el rostro y el ‘Mono’ Navarro Montoya con un glúteo mordido por un pastor alemán de Carabineros entre otras cosas.

Uno de los protagonistas de aquella jornada fue Blas Giunta, volante argentino que es muy querido en la Bombonera debido a la entrega y sacrificio que mostraba en la cancha.

En conversación con Fox Sports Argentina, Giunta recordó todo el ambiente que rodeó aquella jornada, señalando que “cuando llegamos a Chile ya nos estaban esperando. Era Vietnam, la gente se metía, estaba muy cerca, tirando manotazos, puteándonos. Ese partido, ya era todo para atrás. Después erra el gol Batistuta y a la jugada siguiente nos hacen el gol ellos. Después se nos vinieron todos”.

“Después al otro día estuvimos presos. Sabes lo que era el micro, nos cortaban el tránsito, tirábamos botellas a los que estaban afuera. Nos estaban matando a nosotros, nos tiraban de todo. Era Vietnam”, agregó.

Pese a lo mal que lo pasó el plantel, Giunta sorprendió al indicar que fue una noche para el recuerdo: “Teníamos todo en contra, era espectacular. Ya sabíamos que siempre jugábamos con gente, sabíamos que era 40 ó 50 mil personas. El contrario siempre nos quería ganar, y nosotros teníamos que ser más que ellos”.