“Tengo un montón de heridas que no tengo idea de donde salieron, cortes por todo lados, también de la sonda del pulmón, pero en la cara nada. No puedo caminar mucho porque, como no oigo por ese oído, me mareo. ¿Pero secuelas aparentes? Nada, yo salí sanito”, cuenta Gustavo Olivero que hoy se recupera luego de ser atacado por hinchas azules el pasado 9 de diciembre.
El estudiante de administración de empresas vivió el episodio cuando iba a dejar a un amigo a su casa luego del partido en que los albos se coronaron campeones. Fue ahí cuando un grupo de barristas de la Universidad de Chile lo vieron con su camiseta de Colo Colo, eso al parecer fue razón suficiente para atacarlo rompiendo los vidrios del auto y abrirle el cráneo con un piedrazo que además casi le vuela la oreja izquierda.
Olivero estuvo 16 días en el hospital y se recuperó milagrosamente luego de estar en riesgo vital en la UCI. Ahora se recupera.
El hincha comentó a LUN que “en el semáforo de Mirador Azul se empezaron a bajar de los buses, mi esposa se puso nerviosa y le dijo a mi hijo que entrara la bandera, subí el vidrio y la bandera quedó atrapada. Ahí comenzaron a golpear el auto, me acuerdo de la cara de quién estaba golpeando el capó, pero no recuerdo las piedras ni nada”.
Sobre el piedrazo comentó que “me sacaron piedras en la operación. Ese día el golpe fue tan fuerte que quedé tirado altiro, incluso me frené sin apagar el motor”, luego Oliveros destaca la ayuda que recibió diciendo “después sentí la voz de una mujer que decía ‘tranquilo, te vamos a ayudar’, de hecho después me fue a ver al hospital junto con otro chico y les agradecí por el gesto”.
Por otra parte, el hincha comenta que la fiscalía le informó que hay fotografías de los agresores y que el proceso sigue en marcha.
En esa línea, Olivero es crítico y repasa al intendente Claudio Orrego por permitir que la U jugará el mismo día en el Nacional.
“Hasta el hoy el intendente no se ha aparecido, no me ha nombrado, llamado, no sé ha acercado a mi esposa ni a preguntar sobre mi estado. Nada. Uno como hincha puede dejar cosas de lado, pero la verdad es que a mí casi me mataron”, disparó el hincha.