El fútbol brasileño enfrenta por estas horas una inesperada polémica entre dos ‘poderosos’. Esto luego que el presidente del Flamengo, Luiz Eduardo Baptista, ofendiera públicamente a una periodista de Globo, la cadena de comunicaciones más importante de ese país.
El hecho ocurrió en medio del balance de la autoridad del cuadro ‘rojinegro’ a sus socios, actividad transmitida por Flamengo TV. El escándalo llegó en un momento donde se hablaba del fútbol femenino.
Resulta que “BAP”, como es conocido, salió a defender a su institución de las críticas sobre la poca inversión y ayuda al equipo femenino que había destapado, en un reportaje en octubre pasado, la periodista Renata Mendonça.
El tema es que el dirigente se refirió directamente, de entrada, al físico de la comunicadora: “La narigona de Globo sigue hablando basura”, afirmó a la sala.
“Hay una mujer de Globo que habla mal de nosotros y de todo lo demás, del fútbol, diciendo que no fomentamos el fútbol femenino. Me dan ganas de decirle: ‘Cariño, convence a tu empresa de invertir R$ 10 millones al año, R$ 20 millones al año en derechos de transmisión, así todo irá mejor"”, agregó.
“Lo que le conviene al ganso le conviene al ganso. Somos nosotros los que tenemos que pagar las cuentas. Mira cuánto paga su empresa (Globo) por el Campeonato Brasileño (señalando una presentación de PowerPoint con números). No hablan de eso. Todo el dinero de las transmisiones se queda con Globo. ¿Es justo?”, agregó.
Las palabras de ‘BAP’ provocaron una respuesta formal de protesta de la compañía de comunicaciones: “Globo repudia el ataque gratuito y misógino del presidente del Flamengo contra una de sus profesionales”
“Globo reitera su profundo respeto por las mujeres y por las opiniones críticas que no ofendan ni insulten a nadie”, se agrega en la misiva.
El reportaje que destapó las grandes falencias en Flamengo femenino
Hay que consignar que Renata Mendonça, que hasta ahora no se ha referido al tema, realizó un reportaje en octubre pasado que destapó las precarias -e indignantes- condiciones del Flamengo femenino.
Entre otras cosas, se exhibió “que el vestuario necesita mantenimiento, con el suelo roto y con moho”, detalla CNN Brasil.
Además, lo más impactante, fue que el agua del camarín salía marrón y turbia, y que su campo de entrenamiento estaba rodeado de bolsas de basuras. Hechos repudiables para un equipo campeón de América masculino.
Por si fuera poco, las jugadoras no cuentan con gimnasio ni sala para fisioterapias.