Dani Alves, uno de los futbolistas más destacados y polémicos de los últimos años, está protagonizando un renacer público de inesperadas dimensiones con su conversión al cristianismo y su activismo religioso.
Tras una larga y mediática estancia en prisión, sin una condena firme del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por las acusaciones de abuso sexual que lo involucraron, el exjugador del FC Barcelona, PSG y Juventus ha encontrado en la fe católica una salida a su tormenta personal.
Un refugio emocional que coincide con una nueva etapa en su vida, marcada por el nacimiento de su primer hijo con Joana Sanz, y la reconstrucción de su relación con la modelo tras varios altibajos.
La imagen de Alves ha dado un giro radical. En un reciente acto en la iglesia evangélica Elim de Girona, el exjugador se subió al altar para dirigir unas palabras a decenas de fieles, marcando un hito en su camino hacia la redención pública.
En las últimas horas se conoció un video que dejaría en evidencia el nuevo camino que tomó el exfutbolista. Con una biblia en la mano y hablando en un micrófono, Alves predicó la palabra frente a varios fieles que prestaban atención.
“No penséis que el Dios que está ahí está lejos de ustedes, el Dios de allá es el mismo Dios de aquí“, proclamó, un mensaje que subraya su proceso interno de superación y la creencia de que la fe ha sido su salvavidas en los momentos más oscuros de su vida.
Este mensaje no ha tardado en convertirse en un fenómeno viral. Con su presencia en la iglesia, Alves no solo generó expectación, sino también reacciones encontradas entre los asistentes y los medios.
Para muchos, su discurso es un testimonio de cambio genuino, de una transformación personal que se refleja en su nuevo camino espiritual. Para otros, sin embargo, es un intento de reconstrucción de su imagen pública, una jugada calculada para desviar la atención de su situación judicial y recuperar la simpatía del público.