El partido de eliminatoria rumbo al Mundial 2026 entre Noruega e Israel estuvo marcado por intensas protestas pro-Palestina en Oslo. Cerca de mil manifestantes marcharon pacíficamente desde el centro de la ciudad hasta el estadio Ullevaal, portando banderas, bengalas y pancartas contra la guerra en Gaza.
La movilización, organizada horas antes del encuentro, se mantuvo firme hasta el inicio del partido. Algunos grupos decidieron permanecer en las inmediaciones del estadio durante el encuentro, en señal de protesta.
Dentro del estadio, también se hicieron sentir las voces críticas. Aficionados desplegaron una bandera palestina junto a un cartel que decía “Dejen vivir a los niños“, mientras otros abuchearon el himno nacional de Israel y levantaron tarjetas rojas desde las gradas.
El momento más tenso llegó cuando un espontáneo invadió la cancha luciendo una camiseta con el mensaje “Free Gaza”. El manifestante fue rápidamente reducido por personal de seguridad y entregado a las autoridades.
En medio de este contexto político y social, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, había pedido calma antes de los partidos de Israel, luego de un anuncio preliminar de acuerdo de paz entre Israel y Hamás. El presidente estadounidense Donald Trump aseguró que ambas partes aceptaron la “primera fase” de su plan.
En lo deportivo, Erling Haaland brilló con un triplete tras fallar dos penales, liderando la goleada 5-0 de Noruega. Con este resultado, alcanzó los 51 goles en 46 partidos con su selección y se afianza como máximo artillero en la clasificación europea.
Pese a las fuertes medidas de seguridad y la asistencia limitada a solo tres mil espectadores, el encuentro quedó claramente marcado por el clima de tensión política y las expresiones de solidaridad con Palestina tanto dentro como fuera del estadio.