El bochorno internacional que significó la suspensión del duelo entre Independiente y La U, por la revancha de los octavos de final de la Copa Sudamericana 2025, sigue generando repercusiones.
En medio del revuelo, el presidente de Independiente, Néstor Grindetti, ha asumido un rol protagónico. Apenas estalló el escándalo, voló a Paraguay para reunirse con la Conmebol y exigir que se le otorguen los puntos a su club. Apuntó a la hinchada de La U como culpable de lo ocurrido.
Pero con el correr de las horas, el tono del dirigente argentino ha cambiado drásticamente. Ahora, Grindetti no duda en responsabilizar también a su propia hinchada por lo sucedido.
En entrevista con Naviso Gol TV, el dirigente trasandino admitió que “yo creo que eso es una barbaridad y además, no perdamos de vista que esa gente que se dice hincha de Independiente es la que nos jodió“.
Las imágenes de los desmanes, que dieron la vuelta al mundo, dejaron mal parado al club de Avellaneda. Los registros muestran a un grupo de violentos del ‘Rojo’ generando caos y protagonizando actos violentos contra la fanaticada visitante.
“Si no habrían hecho eso estaría muy claro, porque pasan todas las imágenes de esos momentos, que son realmente dramáticos, donde hay 50 vándalos haciendo quilombo y no se ve las imágenes del principio de los chilenos tirando inodoros para abajo”, aseguró el dirigente.
Consciente de que estas acciones podrían costarle caro a Independiente en el escritorio, el mandamás del ‘Rey de Copas’ mostró su frustración por cómo un grupo reducido terminó saboteando todo el trabajo institucional.
“La dimensión del daño que ha hecho esta gente es tremendo. Por eso que, cuando digo, dolor por lo que pasó a mucha gente que está lastimada, pero desde dentro tengo mucha bronca, porque por estos 50 tipos tenemos que dar todas las explicaciones. Repudio eso, los vamos a encontrar y daremos toda la información y que la justicia haga lo que tenga que hacer; los vamos a rajar del club“, sentenció.
Desde Conmebol ya se barajan distintas sanciones y todo indica que Independiente podría sufrir un duro castigo, mientras Universidad de Chile se aferra a una eventual clasificación administrativa.