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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En el informe previo al partido entre Independiente y Universidad de Chile se sugería al equipo argentino tomar precauciones en el estadio Libertadores de América, ubicando personal de la Policía y seguridad privada en la tribuna visitante. A pesar de estas advertencias, el club ignoró las recomendaciones, lo que resultó en violencia desbordada durante el encuentro. El documento revelado por Doble Amarilla detalla que la Tribuna Sur Baja debía estar vacía para evitar incidentes, pero Independiente ya había vendido entradas para esa zona. A pesar de comprometerse a acordonar la zona, nunca se colocó personal de seguridad en el sector, lo que permitió agresiones de la barra de Independiente a los hinchas chilenos. La falta de intervención policial a pesar de contar con 650 efectivos y 150 miembros de seguridad privada también ha sido criticada.

“En la tribuna visitante se debe ubicar personal de la Policía y seguridad privada”. Eso es parte del informe previo al partido entre Independiente y Universidad de Chile, que sugería al equipo argentino tomar resguardos en el estadio Libertadores de América.

Sin embargo, tal como quedó en evidencia con la violencia desbordada de este miércoles en el recinto de Avellaneda, el club trasandino ignoró los comentarios.

El medio Doble Amarilla reveló parte del documento redactado tras la cita entre Conmebol, la Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y dirigentes del ‘Rojo’.

En él, las autoridades advirtieron que la Tribuna Sur Baja, emplazada abajo del sector donde se ubicó a los hinchas chilenos, debía estar vacía para evitar hechos de violencia.

Sin embargo, el club de Avellaneda se negó por ya haber vendido entradas para sus hinchas.

“Durante la reunión previa se planteó la conveniencia de que no hubiera público en la tribuna inferior; sin embargo, se informó que esa localidad ya se encontraba vendida”, se lee en el informe.

Por lo anterior, se sugirió que “como medida preventiva, se dispuso que en la tribuna visitante se ubique personal de la Policía y seguridad privada con el fin de evitar que los hinchas visitantes arrojen elementos o generen algún tipo de desorden contra el público local”.

El club y la seguridad se comprometieron a acordonar la zona, pero eso jamás ocurrió.

Nunca hubo personal de seguridad en el sector donde se ubicó el público de La U. No se presentaron cuando se arrojaban objetos desde la zona Alta a la Baja. Y mucho menos cuando la barra de Independiente invadió la zona y acorraló y linchó a un puñado de chilenos.

Olé recordó que la Tribuna Sur Alta del estadio Libertadores de América antes contaba con alambrado perimetral y un entretejido que contenía gran parte de lo que arrojaban desde arriba, pero esos elementos se sacaron cuando se prohibió la presencia de hinchas visitantes en el fútbol argentino.

“Por eso, contra Universidad de Chile no hubo una red de contención ni barrera de protección”, detallaron desde el medio deportivo más importante del vecino país.

Otra critica que surge es que con el delito flagrante de la invasión de la barra de Independiente al sector visitante, con agresiones cobardes y salvajes a una decena de azules, la policía tenía vía libre para intervenir… y no lo hizo.

Según el informe filtrado, el operativo para el encuentro contó con 650 efectivos de la Policía de Buenos Aires, 150 miembros de seguridad privada y 14 funcionarios de la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte).