El futbolista francés Allan Saint-Maximin, que jugó la última temporada en el Fenerbahce procedente del Al Ahly de Arabia Saudita, encendió la polémica con unas declaraciones que han puesto al club turco en el ojo del huracán.
La experiencia del extremo en Estambul distó mucho de ser positiva. A las pocas apariciones en el campo se sumaron las críticas internas, incluso del nuevo entrenador, José Mourinho, quien no dudó en cuestionar públicamente su profesionalismo.
“Puede editar fotos si quiere… no ha entrenado cuatro días seguidos en los últimos tres meses”, indicó el DT portugués con la ironía que lo caracteriza.
Pero lo que parecía una simple diferencia deportiva escaló de forma dramática tras una explosiva confesión del jugador en una entrevista reciente en el canal de YouTube de su compatriota Zack Nani.
“Soy una persona honesta, y tampoco me gustaría poner a personas en situaciones delicadas. Pero he llegado a una etapa en la que ya no tengo miedo a nada. Intentaron doparme, inyectándome cosas sin sentido. Me encontré situaciones muy locas en el Fenerbahce, que inevitablemente me afectaron”, denunció el francés.
Saint-Maximin aseguró que guardó silencio durante meses por miedo a represalias. “Pasaron muchas cosas. Podría escribir un libro sobre ello. Intentas no decir cosas porque también te amenazan, te dicen claramente que si hablas, te haremos esto o te haremos lo otro”, dijo.
“Te enfrentas a ciertas cosas que van más allá del fútbol. Te enteras de que las personas implicadas también tenían opiniones e instrucciones. Piensas: ¿De verdad lo ha hecho a propósito? ¿Es esto normal? Te intentan inyectar cosas que no tienen sentido”, añadió, visiblemente afectado.
Las palabras del futbolista no tardaron en provocar una contundente respuesta desde Turquía. Fenerbahce emitió un comunicado oficial mostrando su indignación y anunciando que tomará acciones legales.
“La distorsión de los hechos por parte del atleta sobre el tratamiento que recibió tras un problema de salud constituye un intento de dañar la reputación de nuestro club. Como Club Deportivo Fenerbahçe, queremos informar al público que haremos uso de todos nuestros derechos legales contra cualquier declaración engañosa o distorsionada que afecte a nuestra reputación corporativa”, mencionó la institución.
Saint-Maximin aclara, pero no se retracta
Lejos de retractarse, el jugador decidió matizar sus declaraciones a través de sus redes sociales, aunque reafirmó la gravedad del episodio.
“Veo que las cosas van por todas partes en Twitter, así que voy a aclarar lo que dije. Me refería a esta gente del club que está dispuesta a todo. En mi caso, cuando estuve enfermo, prácticamente me dieron un tratamiento que se considera un producto dopante. No sé por qué este equipo médico hizo eso”, explicó.
Recordar que el delantero chileno Alexis Sánchez ha sido vinculado en los últimos días al Fenerbahce. De acuerdo a La Gazzetta dello Sport, el club de Estambul “le ha preparado un contrato de un año por cuatro millones de euros. Un acuerdo que incluiría una cláusula de renovación automática por una segunda temporada”.
“El jugador está abierto para volver a reunirse con Mourinho y el club turco le ofrecería contrato por un año con posibilidad de extenderlo por un año más”, añadió.