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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Brasil, cuyo DT es Carlo Ancelotti, venció 1-0 a Paraguay asegurando su boleto al Mundial 2026 con 25 puntos. Vinícius Jr anotó el gol en el minuto 44 del primer tiempo en el Neo Química Arena de Sao Paulo. Paraguay, con 24 puntos en quinto lugar, pospuso su clasificación para la próxima jornada ante Ecuador.

La selección de Brasil, en el debut de Carlo Ancelotti de local como técnico, ganó por 1-0 a la de Paraguay y llegó a los 25 puntos, que le dan pasajes para el Mundial en Estados Unidos, Canadá y México.

El solitario gol de la Verdeamarela, en un partido jugado en el Neo Química Arena de Sao Paulo, lo convirtió Vinícius Jr en el minuto 44 del primer tiempo, tras pase de Matheus Cunha, luego de una continua presión ejercida sobre el marco defendido por Roberto Junior Fernández.

Los paraguayos, que se estancaron en 24 puntos en la quinta posición, y que venían de una campaña invicta con 5 triunfos y 4 empates en la era de Gustavo Alfaro como seleccionador, aplazaron la sellada de su pasaporte para la decimoséptima jornada, en la que recibirán a Ecuador en Asunción.

La Albirroja y su afinado sistema defensivo desesperó a la pentacampeona del mundo. Solo las individualidades de los brasileños le privaron de sacar al menos un punto que le habría dado la clasificación anticipada.

No obstante, muy mal lo tienen que hacer para no conseguir una plaza directa para la gran cita de Canadá, Estados Unidos y México. Venezuela, séptima colocada, plaza que da derecho a jugar la repesca, tiene 18 y solo faltan dos jornadas por disputarse.

Después del decepcionante empate sin goles en Ecuador, Ancelotti puso toda la carne en el asador en su estreno ante la afición brasileña. Sacó a cuatro delanteros de una tacada: Cunha, Vinícius, Gabriel Martinelli y Raphinha.

Richarlison, Gerson y el joven Estêvão fueron los sacrificados con respecto al choque de Guayaquil, donde el Scratch se mostró impotente en ataque.

En São Paulo, la historia fue otra, pero antes hubo que sudar para disolver la telaraña paraguaya, picar mucha piedra y llevarse algún susto.

Los de Ancelotti presionaron muy alto y convirtieron el arranque en un partido de balonmano, con todo Paraguay encerrado atrás y Brasil moviendo el balón de una banda a otra.

Brasil, ya con el alivio de la clasificación, visitará a la ya eliminada Chile en Santiago.