El Barcelona derrotó al Real Madrid y se quedó con la versión 121 de la Copa del Rey luego de vencer 3-2 en una final que se extendió hasta los 120 minutos. El tamto del triunfo lo marcó el francés Kounde tras un grave error en la salida del croata Luka Modric.
Los goles del culé los marcaron Pedri, Ferrán Torres y Jules Koundé, mientras que para el Real Madrid hicieron lo propio Kylian Mbappé Aurélien Tchouameni.
Con este triunfo, el Barcelona llegó a los 32 títulos en la tradicional competición española, mientras que el Merengue se quedó en 20 gritos.
El Barça de Hansi Flick ya tiene su primera gran obra de la temporada y mantiene intactas sus opciones de triplete. Y lo ha hecho ganando otro Clásico -no ha perdido ninguno este año-, con mucho fútbol, pero sabiendo sufrir y con épica.
Pedri González adelantó a los de Flick con un golazo en una gran primera mitad azulgrana, pero tras el descanso resurgió el mejor Real Madrid guiados por un Kylian Mbappé suplente, pero que hizo el 1-1.
Aurelien Tchouaméni puso poco después el 1-2 con un cabezazo a la salida de un córner e hizo creer a los de Ancelotti, pero Ferran Torres cuando ya se escapaba el partido volvió a empatar.
El partido se fue a la prórroga, aunque no sin tensión, ya que el árbitro señaló penalti de Asencio sobre Raphinha, pero el VAR lo llamó para verlo, y decidió no señalarlo finalmente.
Aunque el protagonista final de la noche en Sevilla fue Jules Koundé, quien aprovechó un error en la salida de Luka Modrid, y con un disparo lejano, convirtió el definitivo 3-2.
El Barça está a ocho partidos de conquistar un triplete, y este triunfo ante el eterno rival, en una final empañada por el plantón madridista a la RFEF, les dará confianza y alas. Todo lo contrario que en el Madrid, que esta derrota deja muy tocado el proyecto de Ancelotti, más cuestionado si cabe.
La ventaja culé y los cobros arbitrales desataron la furia en el banco de los madridista. El más descontrolado de todos fue el alemán Antonio Rudiger, que incluso arrojó un proyectil al juez Ricardo de Burgos Bengoechea, lo que le valió la expulsión. Lucas Vázquez también vio la tarjeta roja sobre el final.