El Plymouth Argyle, colista de la Championship, dio el golpe en la cuarta ronda de la FA Cup y eliminó al Liverpool, ya sin posibilidades de conseguir pleno de títulos esta temporada, derrotado por 1-0 en el estadio Home Park con un tanto de penal de Ryan Hardy en la segunda parte.
Intratable líder en la Premier League, el mejor de la primera fase de la Champions League de los 36 clubes participantes y clasificado para la final de la Carabao Cup que disputará el próximo 16 de marzo ante el Newcastle, el Liverpool de despidió de una competición que sólo ha ganado dos veces en las últimas veinte ediciones (temporadas 2005/06 y 2021/22).
Slot, ante la supuesta debilidad de su rival, aprovechó para rotar y así dar descanso a sus jugadores más importantes.
El resto de jugadores, Joe Gómez (se lesionó a los diez minutos), Jarell Quansah, Wataru Endo, Konstantinos Tsimikas, James McConnell, Federico Chiesa, Harvey Elliott o Diogo Jota, suelen esperar su oportunidad en el banquillo en los duelos más importantes.
Mención especial para el juvenil de 17 años Trey Nyony, que disputó su segundo partido oficial con la camiseta del Liverpool. No fue el mejor día para él porque se llevó un disgusto inesperado en forma de derrota.
El Plymouth armó su victoria desde atrás. Saltó al terreno de juego muy seguro, con todos sus jugadores muy solidarios en tareas defensivas, y consiguió taponar el dominio del Liverpool, que no gozó de una ocasión reseñable hasta los 36 minutos, cuando McConnell obligó al guardameta Conor Hazard a emplearse a fondo para detener un disparo que rebotó en Darko Gyabi.
El capitán del Plymounth perdió un diente
De hecho, el capitán del Plymouth, Nikola Katić, perdió un diente tras chocar con un compañero en el afán de salvar un amenazante de parte del Liverpool.
La idea del Plymouth, con diez hombres permanentemente esperando al Liverpool en su parcela del terreno de juego, se mantuvo durante la segunda parte, en la que el equipo de Arne Slot volvió a chocar contra una muralla de futbolistas que además eran capaces de contragolpear con peligro.
Callum Wright avisó con un disparo que desvió Endo de forma providencial nada más salir de los vestuarios y poco después fue Hardie quien abrió el marcador después de transformar un penalti por mano de Elliott. Incluso el mismo Hardie, a falta de media hora para el final, pudo aumentar la renta, pero se encontró con uno de los palos de la portería visitante cuando acariciaba el 2-0.
El Liverpool, sin sus jugadores clave en el banquillo (no fueron citados Ibrahima Konaté, Virgil van Dijk, Mohamed Salah, Dominik Szboszlai, Cody Gakpo, Andrew Robertson, Ryan Gravenberch, Conor Bradley o Curtis Jones), sólo pudo apostar por Darwin Núñez como revulsivo para intentar evitar el primer disgusto del curso.
El atacante uruguayo, sin embargo, no dispuso de ninguna ocasión clara en la media hora que estuvo sobre el terreno de juego.
Sólo Luis Díaz gozó de una buena opción que salvó Matthew Sorinola para mantener al Plymouth con una ventaja suficiente para dejar al Liverpool sin la Copa y, ya de paso, para convertirse en el cuarto equipo del curso tras el Nottingham, el Tottenham y el PSV que consigue derrotar a los hombres de Arne Slot, huérfanos del sueño del póker de títulos.