Liverpool no la pasa bien en la Premier tras ceder terreno en la recta final del campeonato y su capitán, Virgil Van Dijk, arremetió contra el 'desanimado' plantel 'Reds'.

Liverpool está por el suelo y todo esto se debe a los resultados de los últimos duelos donde quedaron eliminados en los cuartos de final de Europa League ante el Atalanta y sobre todo por encadenas 2 derrotas que los hacen ceder terreno en el sueño por ser campeones de la Premier League.

Las estocadas directas al corazón de los ‘Reds’ tras las duras caídas ante Crystal Palace y la última en el clásico de Merseyside ante el Everton, los hacen distanciarse del sueño que volver a dominar la Primera División en Inglaterra, ya que Arsenal y Manchester City siguen en pie de guerra por el título.

La última derrota ante el archirrival de la ciudad, los ‘Toffees’, caló hondo en el cuadro dirigido por Jürgen Klopp, ya que el capitán del equipo y emblema por varias temporadas, Virgil Van Dijk, arremetió contra sus compañeros y lanzó fuertes frases que habla de una clara división en la interna de los ‘Reds’.

En conferencia de prensa, Van Dijk sentenció: “Estamos decepcionados en muchos sentidos”.

“Creo que todos tienen que mirarse en el espejo, observar su propio desempeño y preguntarse si realmente lo dieron todo. ¿Realmente quieren ganar la liga?”, indicó.

Eso sí, reconoció que no todo está perdido, pero que depende de ellos mismos poder alcanzar un nuevo título de Premier.

Con relación a eso, el neerlandés aseguró que “estamos peleando y todavía tenemos juegos después de esta noche. Pero si jugamos como lo hicimos hoy en general, sin ganar desafíos y dándole al árbitro la oportunidad de lanzar un tiro libre como lo hizo muchas, muchas veces, entonces no tendremos ninguna posibilidad de ganar el título”.

“Es difícil y obviamente teníamos que jugar mucho mejor contra un equipo que está luchando por el descenso”, finalizó.

Tras la derrota ante el Everton, el Liverpool se queda con 74 unidades, tres menos que el Arsenal y una más que el Manchester City, que tiene dos partidos menos que ellos.