"Se cogía las manos y decía: 'Me ha hecho mucho daño, se ha corrido dentro'", y ha recordado que no supo cómo reaccionar, solo llorar con ella y animarla a denunciar mientras los trabajadores de la discoteca activaron el protocolo de agresiones sexuales.

La joven que denunció al futbolista Dani Alves por presuntamente agredirla sexualmente en el lavamanos de una discoteca ratificó su versión este lunes en el juicio que empezó en la Audiencia de Barcelona, en una declaración que ha durado aproximadamente una hora y cuarto que se ha hecho a puerta cerrada para preservar su intimidad.

En el momento de su declaración, el tribunal hizo salir de la sala al público (había algunos familiares del jugador) y tampoco la han podido escuchar los periodistas que siguen el juicio.

La declaración se ha grabado para que quede preservada como prueba, y para evitar que se pueda desvelar su identidad si más adelante se filtra la declaración, se ha hecho con voz e imagen distorsionadas.

A continuación declaró una amiga de la denunciante, que junto a su prima estuvo con ella en la discoteca Sutton la noche en la que fue agredida sexualmente.

La amiga de la denunciante ha contado que Alves y su amigo insistieron en que fueran a su mesa, donde ya había otras dos chicas, y cuando finalmente accedieron notó en el jugador una “actitud babosa”.

“En el momento que le saludé, para darle un beso me agarró la cara, y para darle el segundo beso no pude porque me estaba agarrando mucho, con una actitud babosa. Tenía la mano por la espalda y la bajó, casi me toca el culo“, explicó la joven sobre su primer contacto con Alves.

También contó que la prima de la denunciante, que también salió de fiesta con ellas esa noche, después de saludar a Alves se acercó a ella y le dijo: “Me acaba de tocar todo el coño“.

“No me van a creer”

Al cabo de un rato, el jugador se fue hacia unas escaleras –donde ella no sabía que había un baño– y la víctima lo siguió; unos minutos después, la prima de la denunciante la avisó con un mensaje de que “algo malo había pasado” y la víctima necesitaba irse.

“Se cogía las manos y decía: ‘Me ha hecho mucho daño, se ha corrido dentro’“, y recordó que no supo cómo reaccionar, solo llorar con ella y animarla a denunciar mientras los trabajadores de la discoteca activaron el protocolo de agresiones sexuales.

La amiga de la denunciante también indicó como ella y su prima la alentaron a presentar una denuncia: “Le dijimos que tenía que denunciar esto. Ella solo decía ‘Se van a pensar que esto lo hago por dinero‘. Yo intentaba calmarla en todo momento porque ella se quería ir a casa. ‘No me van a creer’, repetía“.

“Nos costó horrores que denunciara. No quería. Estaba en shock”, añadió, y relató textualmente que actualmente está muy mal, ha perdido muchísimo peso, está ansiosa, ha reducido su círculo de amigos, y cuando está en cualquier sitio está pensando que la están mirando, le están haciendo fotos o la están siguiendo.

Durante su turno de interrogatorio, la abogada de Alves, Inés Guardiola, preguntó a la testigo si la denunciante solía tener sexo con desconocidos y, tratando de poner en duda la explicación de la víctima, le ha preguntado si recordaba que en un primer momento contó que la agresión consistió en tocamientos, a lo que la testigo ha dicho no recordar estos detalles.

También ha explicado que su amiga recibe tratamiento psicológico desde la agresión y psiquiátrico desde que la madre del futbolista, Lucía Alves, publicó imágenes de ella en redes sociales, en una publicación que ya ha retirado tras ser denunciada.