El encuentro de la cuarta ronda de la FA Cup de Inglaterra, entre el West Bromwich y el Wolverhampton, ha sido interrumpido a causa de graves incidentes en la grada del estadio de The Hawthorns.
El Derby de Black Country -como se conoce al choque- tuvo que ser detenido luego de que varios seguidores del cuadro local protagonizaran una pelea y saltaran, incluso, al césped.
Tuvo que actuar la policía para intentar paliar los sucesos que comenzaron a diez minutos del final, cuando el brasileño Matheus Cunha batió por segunda vez al meta Joshua Griffiths (0-2) y sentenciaba, prácticamente, el enfrentamiento.
Varios objetos cayeron al césped desde uno de los fondos del recinto y, algunos de los fans, saltaron al campo como protesta y en contra de su equipo que milita en la Championship (segunda división).
Los jugadores se marcharon a los vestuarios mientras la policía intentó calmar la situación, que ha provocado algún herido y también detenciones de seguidores por parte de los miembros de la seguridad.
Luego de varios minutos de suspensión, finalmente los planteles volvieron a la cancha y se disputaron los últimos minutos que quedaban por jugar.
En el momento de la suspensión, el Wolverhampton ganaba por 0-2. En el minuto 38, el portugués Pedro Neto, a pase de Matt Doherty, abría el marcador.
Después, en el 78, Cunha ampliaba la renta de los Wolves y dejaban al borde de la eliminación al cuadro local y que acabó metiendo a los visitantes en octavos de final de la FA Cup.