El elenco de Martinica, Golden Lion FC, viajó más de 16 mil kilómetros de ida y vuelta para dar espectáculo en la Copa de Francia ante Lille.

El pasado fin de semana se vivió una nueva jornada de Copa de Francia en Europa, mítico certamen galo y que en la pasada edición quedó en manos de un chileno, de Gabriel Suazo, tras conseguir el trofeo en la gran final con Toulouse ante el Nantes.

En este torneo es común ver a elencos siendo invitados para dar más realce e importancia al certamen y en esta ocasión fue el Golden Lion de Martinica, equipo de una pequeña nación insular con aproximadamente 395 mil personas que se encuentra en el Caribe y pertenece a la región ultramar de Francia.

Al poseer vínculos con la nación europea y Antillas, fueron invitados a participar en la pasada jornada de Copa de Francia. Para eso debieron viajar más de 16 horas y 6.785 kilómetros en un vuelo directo a París para enfrentar al Lille, escuadra que no tuvo complicaciones para golearlos y devolverlos a casa con más de 10 anotaciones en contra.

Los aficionados del Golden Lion FC se pudieron ver por todo el estadio de buen humor antes del partido, incluido uno con un trombón, y los jugadores salieron al campo con entusiasmo.

La goleada

Sin embargo, Lille comenzó con todo desde el arranque y antes del complemento ya estaban venciendo a los visitantes por 7 a 0, mientras que en los segundo 45′ minutos esa diferencia fue más abultada y el electrónico registró un total de 12 a 0 en contra del Golden Lion.

Después del partido, los jugadores del Lille hicieron una pasillo de honor al equipo de Martinica mientras salían del campo sonriendo y orgullosos del esfuerzo realizado.


Por su parte, el DT del Lille, Pablo Fonseca, detalló tras el compromiso que “jugamos un partido comprometido, que era el objetivo principal. Respetamos a nuestros oponentes y a los hinchas. Era importante jugar un partido con intensidad”.

Lo cierto es que posterior al compromiso, los jugadores del Golden Lion FC debieron retornar y volver a recorrer los 6.785 kilómetros para regresar a sus tierras, donde fueron recibidos como unos ganadores por embarcarse en la difícil misión.