El dirigente se descontroló por un penal a favor del Rizespor, que el argentino Adolfo Gaich anotó a los 90+7 minutos para el 1-1 final.

Insólito y condenable. Tras el pitazo final del duelo de la Superliga turca entre el Ankaragücü y el Rizespor, el presidente del club local saltó a la cancha y le propinó un feroz golpe en la cara al árbitro central.

El dirigente se descontroló por un penal a favor del Rizespor, que el argentino Adolfo Gaich anotó a los 90+7 minutos para el 1-1 final. El dueño de casa ganaba desde el minuto 14 a través de Olimpiu Morutan.

Indignado por la pena máxima, Faruk Koca -mandamás del Ankaragücü- saltó al césped nada más terminar al partido para agredir al juez Umut Meler.

Y eso no fue todo. Mientras los jugadores y cuerpo técnico intentaban apartar a Koca, otras dos personas, supuestamente miembros del Ankaragücü, aprovecharon para patear al colegiado, que seguía en el suelo con la cabeza entre las manos.

El árbitro de este choque por la 15ª fecha terminó con el ojo visiblemente hinchado y morado.