El asesinato de Andrés Escobar en Medellin sigue impactando 28 años después. El autogol más triste de la historia.

El pasado 2 de julio se cumplieron 28 años del terrible asesinato de Andrés Escobar en Medellín, Colombia. Se trató de un episodio que remeció al deporte, teniendo en cuenta que el crimen se produjo en ‘venganza’ por el autogol que el futbolista había cometido diez días antes durante el Mundial de Estados Unidos 1994.

Corría el minuto 34 del duelo entre ‘cafetaleros’ y anfitriones en el estadio Rose Bowl de California, cuando un desafortunado cruce del defensor acabó con el gol en su propia meta. Fue la apertura de la cuenta en favor de los estadounidenses que acabarían venciendo 2-1 y dejando sin opciones de avanzar a los colombianos.

El resultado fue considerado una tragedia en el país sudamericano. El ambiente mundialista estaba a tope tras la brillante clasificatoria de ese país, que incluyó un baile de 5-0 a Argentina en Buenos Aires. Los fanáticos se habían ilusionado con el título, y tuvieron que regresar tras la primera fase.

También la temprana eliminación significaba un peligro latente para los deportistas, considerando que el balompié estaba prácticamente ‘tomado’ por los grupos narcos que apostaban grandes cifras en casas de apuestas. Varias son las historias de seleccionados visitando la Haciendo Nápoles, de Pablo Escobar, por ejemplo.

Se temía lo peor. “Mami, al tío Andrés lo van a matar”, expresó Felipe Ángel Escobar a sus diez años mientras miraba el partido por televisión, como se recrea en la serie ‘Gol en Contra’ que estrenó Netflix hace algunas semanas. Y lo peor ocurrió.

Un asesinato sin piedad: seis tiros y un burlesco “gracias por el autogol”

Pese a que le aconsejaron a Andrés Escobar no volver a su país tras el temprano adiós al torneo, como lo hicieron varios de sus compañeros, el zaguero quería regresar lo antes posible. Era su manera de ‘poner la cara’ luego del fracaso.

Conocido como el ‘Caballero del fútbol’ en su país, el defensor, a los pocos días de su regreso a Medellín, salió a comer con un grupo de amigos. Quería olvidar la mala experiencia estadounidense y enfocarse en la realización de su matrimonio. Le quedaban cinco meses, remarca Diario El País.

Sin embargo, su sola presencia en el local fue motivo de controversia y su futura ‘condena’. Sentado, debió aguantar cómo desde una mesa vecina lo molestaban y le lanzaban improperios. Entre quienes lo insultaban estaban Juan Santiago y Pedro David Gallón, dos personajes vinculados al narcotráfico y específicamente el Cartel de Medellín. Los comentarios desatinados por el autogol se multiplicaron.

Cerca de las 2 AM Escobar decidió abandonar el lugar. Abrumado y cansado por los comentarios en su contra, pero con la certeza de estar haciendo lo correcto a su modo de pensar, el seleccionado fue hacia su vehículo en el estacionamiento.

Apenas ingresó al coche se acabó su vida. “Gracias por el autogol” le gritaron mientras le dispararon en seis ocasiones. No hubo piedad.

¿Quién asesinó al ‘Caballero del fútbol’?

El crimen conmocionó a todo el Mundo. La cita planetaria se continuaba disputando en tierra norteamericana y pronto aparecieron pancartas, y banderas dedicadas a Escobar.

En Colombia, en tanto, la investigación se inició rápidamente. Y así también, de manera veloz, se encontró al culpable: Humberto Muñoz Castro, alias ‘El Marrano’, precisamente chofer habitual de los hermanos Gallón, recuerda El Comercio.

Muñoz Castro confesó que había apretado el gatillo. Eso sí, aseguró que no sabían a quién le estaba disparando.

Humberto Muñoz, el sicario que mató a Andrés Escobar
El Tiempo

Igualmente, parecía que todo el ‘peso de la ley’ caía sobre ‘El Marrano’ cuando se anunció en grande que era condenado a 43 años de prisión. Nadie pensó que la alegría por la pena duraría poco.

Lamentablemente para la familia de Andrés Escobar, Muñoz Castro recibió una rebaja de condena a 23 años y después un segundo ‘perdonazo’. En total, el asesino estuvo 11 años encerrado y en 2005 volvió a la libertad.

Lo de los hermanos Juan Santiago y Pedro David Gallón fue aún mas vergonzoso. Ambos fueron castigados como ‘encubridores’ a 15 meses en prisión, pero ni siquiera llegaron a cumplir tres.

Los miembros del Cartel de Medellín volvieron a la calle previo pago de un millón de pesos colombianos. Algo simple para ellos.

El crack que se ‘salvó’

El caso de Andrés Escobar y su pérdida tocó fuertemente a Gabriel Jaime Gómez, que también formaba parte del combinado ‘cafetalero’.

Gómez, hermano del ‘Bolillo’, era volante y fue titular en los primer partido del Mundial, cuando fueron sorprendidos por Rumania y cayeron 3-1.

Tras el partido, Gabriel Gómez, ‘Barrabás’ como era conocido, fue el principal foco de las críticas. El jugador quería su revancha en el segundo duelo, contra EEUU, pero no fue posible.

El narcotráfico hizo lo suyo. Llamó al entrenador Francisco Maturana culpando a Gómez por la derrota y lo obligó a cambiar sus planes: ‘Barrabás’ quedaba vetado, debía jugar De Ávila.

“Oiga, Maturana, escuche bien y anote. Para el miércoles ante Estados Unidos saque a Barrabás Gómez y ponga en su lugar al Pitufo De Ávila. Si no lo hace, es hombre muerto”, fue el breve y amenazante mensaje. Además, matarían a la familia de Gómez y al propio jugador si aparecía en la oncena inicial.

El propio futbolista afectado confirmó lo ocurrido con el paso de los años. “Estábamos en el hotel a la espera de la charla técnica del partido contra Estados Unidos. La cita era a las 11 de la mañana, eran las once y media y nada, que no llegaban Pacho y Bolillo (el segundo entrenador). Me paré a buscarlos y cuando los vi, Pacho venía llorando y Bolillo no podía ni hablar”.

“Los amenazaron de muerte con la advertencia de que yo no jugara. Que si jugaba mataban a la familia de Pacho, a mi familia, a mí”, recordó.

Gómez recordó que las palabras de su DT lo golpearon. “En Colombia me habían amenazado muchas veces y no había pasado nada, pero Pacho llegó muy sentido y me dijo que no jugara”.

“No hubo ni siquiera charla técnica, el equipo se bajoneó, y entonces ahí decidí que no volvía a jugar fútbol”, aseguró. ‘Barrabás’ colgó los botines ese mismo día y hoy sigue vivo. Pudo ser una víctima más. Afortunadamente no pasó.