Luka Doncic y LeBron James volvieron a entenderse y Los Angeles Lakers recuperaron la ilusión por aspirar al título de campeones de la NBA, luego de vencer a los Minnesota Timberwolves en el segundo asalto de los Playoffs por 94-85 (1-1 en la serie).
La figura del partido fue el esloveno, pero el ‘King’ protagonizó la jugada clave del encuentro cuando restaban menos de tres minutos de partido.
Los Lakers habían dominado, pero Minnesota acortó distancias y solo caían por nueve puntos. La tensión era palpable en el Crypto.com Arena, más aun cuando los fallos en los locales se volvieron tónica.
Pero cuando los Wolves iban con todo en busca de la remontada, apareció LeBron: le robó el balón a Anthony Edwards, corrió en solitario la mitad de cancha y encestó fiel a su estilo.
Las estrellas del club angelino demostraron de nuevo su sinergia en un partido en el que arrancaron con las pilas renovadas y dispuestos a resarcirse del amargo encuentro del pasado sábado, en el que perdieron por una diferencia de 22 puntos.
Un imparable Doncic (al borde del triple-doble con 31 puntos, 12 rebotes y nueve asistencias) volvió a las andadas con un fabuloso primer cuarto en el que anotó 16 de los 34 puntos que lograron los Lakers (terceros en el Oeste) frente a los 15 tantos de los de Minnesota (sextos).
Con la ventaja en mano y con el esloveno haciendo una demostración de fuerza, LeBron James tuvo el cóctel perfecto para resurgir en un partido en el que registró 21 puntos, 11 rebotes y siete asistencias, un cambio radical con respecto al anterior encuentro.
Su versatilidad le permitió volver a ser clave en varias jugadas: se mostró mucho más activo, logró compenetrarse con el equipo y activó la infalible fórmula de éxito que forma junto a Doncic.
En un partido que respiraba aires de remontada, Austin Reaves tampoco se quedó atrás con 16 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias.