Los jugadores de la NBA acordaron el pasado jueves de terminar con el boicot de los playoffs en protesta contra el racismo, anunciando que volverán este viernes y el fin de semana a la competencia.

Recordemos que la rabia de los basquetbolistas se originó con el ataque al afroamericano Jacob Blake, quien fue perseguido por dos policías del estado de Wisconsin que lo balearon a quemarropa por la espalda cuando entraba a su camioneta ante la mirada de sus tres hijos.

Ahora, y según reveló la cadena ESPN, fue el propio Michael Jordan quien calmó los ánimos y convenció a los jugadores a que depusieran el boicot en la burbuja de Disney World (Orlando), sede única del final de temporada.

Hasta ese momento, existía un núcleo fuerte de jugadores que quería cancelar la actividad para dar un fuerte mensaje a todo el país respecto al racismo, pero Jordan dialogó con ellos y cambió su parecer.

“Jordan se acercó al presidente de la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto, Chris Paul, antes de la reunión de propietarios para comprender mejor el éxito que los jugadores esperaban tener en el futuro y ofrecer ayuda mientras exponen su caso a la junta de gobernadores de la NBA”, señaló ESPN.

Señalar que la leyenda de los Chicago Bulls es el único afroamericano dueño de una franquicia en la liga (Charlotte Hornets), además de ser uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte. Es por eso que su opinión fue escuchada y tomada en cuenta por la Asociación.

“Jordan también habló con la estrella de los Houston Rockets, Russell Westbrook, sobre cuestiones de justicia social que inicialmente dejaron a algunas estrellas abogando por la cancelación de la temporada”, agregaron.

“Ha sido un jugador de alto perfil que ha ganado campeonatos. También es dueño de un equipo de mercado pequeño. Tiene una gran credibilidad tanto con los jugadores como con los dueños”, cerraron.