“Si cobrara 100 pesos cada vez que me han preguntado por los pantalones de Pelé, hoy sería millonario”.

La frase la dijo el ex futbolista chileno, Humberto ‘Chita’ Cruz, quien en la década de los 60 se inscribió con una de las anécdotas más increíbles dentro del fútbol mundial.

Esto, ya que de acuerdo a lo que data en algunos anuarios deportivos, el ex jugador grabó su nombre en la lista de curiosidades nacionales por ser el futbolista que un día, y en pleno partido, le bajó los pantalones a Pelé.

La insólita situación ocurrió en la previa de la Copa del Mundo de México 1970, instancia en que las Selecciones de Chile y Brasil llevaron a cabo un duelo internacional en el estadio Maracaná.

Si bien dicho cotejo fue en el marco de la preparación que ambas escuadras estaban realizando con miras a la cita planetaria que se celebraría en tierras aztecas, la expectación era alta en el país de la samba. Prueba de ello es que cientos de aficionados llegaron hasta el mítico recinto para apoyar a la canarinha de ‘O’ Rei, así como también para ver la gambeta de un tal Elías Ricardo Figueroa Brander.

Y ojo que este último también fue protagonista de esta singular historia, ya que la jugada que terminó con ‘Chita’ Cruz entre los ‘más buscados’ partió luego de que ‘Don Elías’ perdiera la pelota en la mitad del campo de juego.

El encargado de arrebatársela no fue si no otro que el mismísimo O’Rei brasileño, quien luego de tener la ‘caprichosa’ entre sus pies comandó un ataque con dirección al arco nacional.

Sin embargo, lo que de seguro este jamás pensó era que en su camino se toparía con un aguerrido defensor, el que no dudaría en utilizar todas sus artimañas para frenar a como de lugar el peligroso contraataque.

Lo persiguió por varios metros y hasta se colgó de sus hombros -comentaron tiempo después algunos testigos del hecho- pero nada de ello dio con el resultado deseado.

Había que ser más radical, de seguro pensó ‘Chita’ en ese momento, quien sobre la misma decidió abalanzarse y bajarle los pantalones hasta el suelo al que por entonces ya era considerado el mejor futbolista del planeta: Edson Arantes do Nascimento.

La táctica fue efectiva, puesto que logró frenar el ataque del talentoso delantero, pero lo que vino después pudo haber sido una verdadera batalla campal. Afortunadamente esto no ocurrió y el árbitro que en un comienzo lo miró con rostro desafiante, solo le llamó la atención y reanudó las acciones.

Así al menos lo recuerda la crónica publicada por el sitio Historias de Fútbol, la que da cuenta de como Humberto Cruz se salvó de recibir algún tipo de cartulina, aún cuando su jugada fue considerada como arriesgada y un tanto atrevida.