Un visitante inesperado recibió en su estadio el Shakhtar Donetsk, en la previa del duelo ante Hoffenheim por el Grupo F de la Champions League.

Resulta que el Estadio Metalist amaneció con tres agujeros en el césped, específicamente en la esquina de uno de los banderines. ¿El responsable? Un topo.

El club informó que el ‘espía’ fue atrapado y que los encargados de reparar el césped dejaron la cancha en buen estado para el partido.

“Los empleados eliminaron rápidamente el daño al césped y atraparon al topo. El campo antes del partido ante Hoffenheim está en excelentes condiciones”, señalaron.

El conjunto ucraniano debe jugar en el Mentalist pues en mayo de 2014 Rusia decidió intervenir militarmente la zona de Donetsk con el propósito de salvaguardar a las minorías rusas de la violencia del ejército ucraniano.