No hay dudas de que el inglés Alex Gregory es hoy por hoy uno de los mejores remeros del mundo. Y es que el deportista se consagró en su disciplina luego de quedarse con la medalla de oro en cuatro sin timonel masculino de los Juegos Olímpicos de Río 2016, así como por la buena actuación mostrada en Londres 2012, instancia en la que colgó una presea dorada.

Este año, al no tener ninguna competencia oficial, el deportista inglés decidió emprender uno de los retos más complicados dentro de su carrera: una expedición con tintes benéficos por el Ártico.

Nunca he estado tan mojado y frío tanto tiempo. Está calando hasta mis huesos, es imposible escapar del frío. Dos grados, 99% de humedad, nada se seca. Es como si tuviera alfileres y agujas en cada uno de mis dedos, y cada par de calcetines que tengo está mojado.Las botas que llevo están llenas de agua helada todo el tiempo”, relató el campeón olímpico en su cuenta de Instagram.

No obstante y pese a lo arriesgado de esta iniciativa, hay un hecho que se ha vuelto viral y que es materia obligada de conversación: el estado de sus manos. Y es que el remero subió una fotografía en donde muestra el estado de sus extremidades luego de pasar tantos días expuestos a la humedad y al frio del Ártico.

“Una foto de mis manos después de pasar tanto tiempo con guantes húmedos. Las ampollas nunca han sido un problema, pero la humedad se ha filtrado en la piel. ¡Ha sido una experiencia increíble! Pero tengo muchas ganas de estar a casa”, manifestó el remero.

Cabe comentar que Gregory y su equipo partieron de Noruega el 20 de julio con la clara misión de navegar todo el Polo. Si bien durante los primeros nueve días de viaje consiguieron romper ocho récord mundiales al recorrer 965 km, debieron abandonar la proeza debido a las malas condiciones de visibilidad y el extremo frío al que se enfrentaron.