El héroe desafortunado de la primera fecha en Alemania se llama Nicolai Müller: feliz por anotar el sábado el gol de la victoria de su equipo, el Hamburgo, ante el Augsburgo, pero gravemente lesionado en la celebración del gol.
Se llevaban sólo 8 minutos disputados cuando Müller, dos veces internacional con la ‘Mannschaft’, anotó el gol de la victoria. Pero en la euforia de la celebración, comenzó una suerte de baile saltando y girando sobre sí mismo, tropezando con el banderín de córner.
La reacción del futbolista fue automática tras caer: se llevó las manos a la rodilla derecha y se quejó, ante la sorpresa de sus compañeros que asistieron a celebrar el tanto, pero que terminaron solicitando la asistencia médica.
Müller intentó seguir sobre el terreno de juego, pero tuvo que desistir 15 minutos después. ¿El diagnóstico médico? Muy claro: seis meses de baja por rotura del ligamento cruzado.