Julian LeFay, programador, ingeniero y “padre” de la saga de videojuegos “The Elder Scrolls”, falleció a los 59 años de edad. El deceso fue confirmado por la firma OnceLost Games, empresa del rubro cofundada por el propio danés.
El programador había pasado a retiro hace una semana, con el fin de “vivir sus últimos momentos rodeado de sus seres queridos”. Tal como confirmó su familia, llevaba años lidiando con un diagnóstico de cáncer.
LeFay, quien alguna vez tocó en una banda danesa de electro-pop llamada Russian Heat, destacó por una carrera variopinta, que incluso lo llevó a desarrollar un analizador sintáctico de griego antiguo antes que su nombre se asociara a los videojuegos.
En este campo, LeFay se desempeñó como programador y jefe de ingenieros en la firma Bethesda, donde en palabras de su amigo y director ejecutivo de OnceLost, Ted Peterson, “era un programador al estilo hacker de primera”, tal como recoge la revista británica PC Gamer.
“El juego que finalmente se convirtió en ‘The Elder Scrolls 1: Arena’ fue el proyecto de sus sueños”, agregó Peterson.
Antes de su salida de Bethesda, en 1998, LeFay colaboró a desarrollar las secuelas “The Elder Scrolls 2: Daggerfall” y “The Elder Scrolls: Battlespire”.
Mediante un comunicado, desde OnceLost Games despidieron a su mentor con un emotivo mensaje: “Fue un visionario que moldeó la industria de los videojuegos tal como la conocemos hoy. Julian dirigió la creación de títulos legendarios como Elder Scrolls 1 y 2: Arena, Daggerfall y Battlespire. Su trabajo pionero sentó las bases de los juegos de rol de mundo abierto e influyó en innumerables desarrolladores y juegos posteriores”.
El último videojuego en el que trabajó, fue ‘The Wayward Realms’, título que OnceLost Games se comprometió a finalizar. “No solo continuamos su trabajo, lo honramos al garantizar que se convierta en la realidad que soñó”, afirmaron.