Conoce la historia de "Tako", el pulpo que fue rescatado de ser comida y aprendió a tocar el piano

03 diciembre 2025 | 10:00

El músico sueco, Mattias Krantz, hizo un experimento fascinante. Resulta que rescató a un pulpo de un mercado, se lo llevó a casa, lo llamó “Takoyaki” y le enseñó a tocar el piano. La hazaña le tomó 6 meses, según documentó en su canal de YouTube.

Ahora, la historia de “Tako”, está dando la vuelta al mundo en internet. El video donde Krantz documentó el proceso ya acumula más de 6 millones de visualizaciones y en Instagram otro par de millones.

Allí, el youtuber, conocido por sus excéntricos experimentos musicales, mostró desde el momento en que compró al pulpo hasta que tocaron las primeras melodías juntos.

Cabe señalar que, los pulpos son animales inteligentes y los biólogos ya han documentado que tienen habilidades en la resolución de problemas y la memoria.

De acuerdo con National Geographic, tienen “algunas similitudes inquietantes con el ser humano”, ya que su cerebro funciona de manera similar al nuestro, lo que en ciencia se conoce como “convergencia evolutiva”.

“En teoría, los pulpos tienen un potencial increíble. Son tan inteligentes como un niño de tres años, resuelven problemas de forma asombrosa y cada uno de sus ocho brazos tiene su propio minicerebro. Es como tener ocho pianistas en un solo cuerpo”, explicó Krantz en su video.

Tako, el pulpo que aprendió a tocar el piano

Krantz estudió un poco sobre los pulpos para su experimento, lo puso en un acuario amplio y se ganó su confianza, alimentándolo e interactuando con él. Luego, comenzó a probar algunos métodos.

Primero descubrió que los pulpos no saben muy bien lo que es hacer presión (presionar una tecla) con sus tentáculos, pero sí es natural para ellos jalar cosas, así que diseñó un piano con manillas de las que Tako pudiera tirar.

Luego, intentó con la luz, iluminando una tecla a ver si el pulpo se acercaba a tocarla. Tako veía la luz, pero tocaba cualquier tecla. Tras intentarlo por semanas, Krantz pasó a otra alternativa, el movimiento.

El músico hacía que las manillas se movieran para que Tako se acercara a tocarlas, esto funcionó, pero con el tiempo, el pulpo perdía la motivación.

Fue entonces que Krantz investigó, consultó a expertos y terminó diseñando un sistema que hiciera que Tako tocara las teclas hasta completar una melodía. Para ello, implementó comida, poniendo una presa en un tubo, la cual bajaba cada vez que el pulpo tocaba una tecla, hasta que estaba a su alcance.

Así, el pulpo aprendió rápidamente que mientras más tocara el piano, más cerca estaría su premio. “En ese punto supe que Tako estaba listo para su primera presentación”, expresó el youtuber.

A los 4 meses, ya tocaba el piano aunque no hubiera una presa en el tubo y usaba todos sus tentáculos.

“Tako estaba hecho para ser la cena de alguien y ahora hacemos música juntos, eso es más de lo que yo pudiera desear“, dijo Mattias al final de su experimento. Tras terminar, se quedó con Tako como mascota, ya que al ser de criadero no estaba preparado para ser liberado en el mar.