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Megan Maxwell, la "guerrera" del género erótico: "El sexo es algo más en la vida, igual que comer"

30 noviembre 2025 | 09:45

Megan Maxwell, la escritora española más leída del género erótico, conversó con BiobioChile sobre su más reciente libro, su carrera, sus fans y cómo es escribir el sexo, que en sus palabras, es simplemente "algo más en la vida".

Megan Maxwell, la escritora española del género erótico, conversó con BiobioChile sobre su más reciente novela, su carrera, sus grandes éxitos y su “ejército” de fans.

La española más leída del erotismo acaba de publicar Ande ande ande, la Mari Morena, una comedia romántica ambientada en las fiestas navideñas, donde entre María y Nico, surge el amor.

Esta es ya su segunda historia con esa temática, “porque a mí la Navidad me encanta”, dice Maxwell con entusiasmo en una conversación por zoom. Pero antes de este romance de Navidad hubo otros 60 libros -más o menos- y una saga que dio la vuelta al mundo.

Por allá en los tiempos en que la literatura erótica se masificó, con 50 sombras de Grey, también estaba en las librerías Pídeme lo que quieras, la saga que catapultó a Maxwell a convertirse en una de las referentes contemporáneas del género en habla hispana.

Su saga vendió millones de copias y finalmente se convirtió en película en 2024. “Tú de pronto ves que algo que tú has escrito en la intimidad de tu despacho, que ha salido de tu cabeza, muchas mujeres o muchos hombres están enloquecidos por ese personaje, pues es un momento guau”, comenta.

“Escribir una novela es algo que haces en soledad, con tranquilidad, y que, digamos que rodar una película es todo lo contrario, hay mucha gente, hay mucho bullicio, no hay tranquilidad para nada. Entonces, fue algo curioso para mí que me gustó. Y el resultado también”, reflexiona.

Pero pese al éxito de estos títulos, lo que realmente más inspira a los lectores de Maxwell son sus personajes femeninos fuertes y empoderados, tanto que incluso en sus inicios le causaban algunos problemas, “me echaban para atrás mis novelas de mujeres con mucho carácter”, reconoce.

Sus fans se hacen llamar “guerreras” (también hay algunos guerreros) porque así lo ha expresado la escritora en varias ocasiones, que sus historias son para mujeres guerreras, como lo son sus personajes.

Megan Maxwell

Uno de sus trabajos más importantes también es Las guerreras Maxwell, una serie de libros, que hasta ahora lleva 10 títulos, sobre historias románticas de mujeres poderosas ambientadas en la Escocia medieval.

Este sello, dice, es propio: “creo que viene de mí misma, porque yo soy muy guerrera, tengo bastante carácter y quiero que los personajes femeninos que salen en mis novelas tengan ese carácter que tenemos que tener hoy en día las mujeres, porque, si no, nos comen”.

“Sexo, sexo sin más”

Maxwell dice que cuando comenzó “eran otros tiempos” y la combinación erótico más mujeres de carácter fuerte no era tan bien recibida por las editoriales.

“Hoy en día, ya eso no me pasa, lógicamente. Digamos que el mundo ha evolucionado, las mujeres podemos ser normales, mostrar el carácter que tenemos sin que la gente se eche -sin que los hombres- se echen las manos a la cabeza, ¿no? Entonces, eso que me pasaba, que me echaban para atrás mis novelas de con mujeres con mucho carácter”, cuenta.

—Hoy también se habla mucho del concepto de “hombres escritos por mujeres”. ¿Cómo escribes a un hombre que esté a la altura de tus personajes femeninas?

R: A ver, yo, como mujer tengo muy claro que a todas las mujeres nos puede gustar un tipo, una manera de ser de un hombre, ¿no? Lógicamente, los hombres y las mujeres se mueven de muchas maneras y de muchas formas. Pero yo soy escritora de novela romántica y sé que las personas que lean mis libros, lo que quieren es soñar. Entonces, para que ellas sueñen, la primera que sueña soy yo escribiendo un tipo que a mí me haga soñar y que haga volar por los aires.

Digamos que es describir un poco la fantasía, lo que nos gustaría o lo que me gustaría a mí en ese momento. Sí que es cierto que hay hombres que serán tan maravillosos como los que yo describo en mis novelas, eso yo no lo pongo en duda, pero como escritora de novela romántica, cuando escribo una novela donde una mujer tiene carácter, quiero a su lado a un hombre que tenga carácter, pero que tenga un carácter que se pueda convivir con él, no que tenga un carácter que sea insoportable.

—¿Cuál ha sido tu personaje más difícil de escribir?

R: Pues, no sabría decirte ahora mismo cuál. Quizá en su momento fue Eric Zimmerman (Pídeme lo que quieras), porque he escrito muchos libros sobre él, porque normalmente cuando escribo una novela con un personaje masculino o femenino, es una novela, pero Eric Zimmerman o Judith Flores han sido siete novelas. Entonces, quieras o no, me ha costado más porque tenía que redondear más.

—El género erótico es muy leído, pero también tiene muchos haters, dicen que “no es literatura, que es como leer porno”. ¿Qué piensas tú?

R: Yo pienso que es un género como cualquier otro. No voy a decir ni que tengan ni más ni menos valor. Simplemente, igual que hay thriller de asesinatos o romántico, si te gusta leer novela romántica o policíaca, hay para todas las personas.

Entonces, creo que lo importante es que tenemos que empezar a normalizarlo. O sea, el sexo es algo más en la vida, igual que comer, igual que ir al baño, igual que ir de compras o igual que cortarte las uñas, ¿no? El sexo es una cosa más que está ahí para intentar disfrutarla, siempre y cuando las dos personas estén de acuerdo, por supuesto. Pero a mí me parece que no es algo más ni algo menos, simplemente es un género más.

—¿Y cómo llegaste a él? ¿Hubo un primer libro erótico que leíste y dijiste, guau?

R: A ver, libros eróticos, realmente, que yo no he leído muchos. En su momento vi la película Historia de O (de la novela de Dominique Aury), en su momento cuando llegó 50 sombras de Grey. Las vi hace muchísimo tiempo como algo tabú, como algo que no veía todo el mundo, ¿no? Y a mí me llamaba la atención ver eso, que todo el mundo parecía como que se escandalizaba, y yo lo veía, pues, como sexo, sexo sin más. El sexo es sexo, me da igual que sea en libro, en película o en persona.

Megan Maxwell y la fama

La presión de ser una escritora tan leída no es problema para una guerrera como Megan, “a ver, que la manejo bien”, asegura.

Soy consciente de que cuando saque un libro nuevo, no le va a gustar a todo el mundo. En esta vida tienes que tener claro que no a todo el mundo le vas a caer bien ni a todo el mundo le vas a gustar. Entonces, intento disfrutar del momento, intento no echarme yo más presión encima de la que normalmente tiene sacar un nuevo libro al mercado”, señala.

—En una entrevista con El Mundo, en 2021, dijiste: “En Latinoamérica no puedo ni salir a la calle y en España es como si nada”, ¿cómo es eso?

R: Pues que cuando voy a Latinoamérica sois tan apasionados, que cuando salgo a la calle me reconoce muchísima gente. Sí que es cierto que desde dos mil veintiuno a dos mil veinticinco, como yo digo, ha llovido mucho, ¿no? Ahora aquí en España también salgo a la calle y me reconocen muchísimo, pero en Latinoamérica sois como muy intensos, me gritan “te amo”. Aquí en España me pueden decir, “oye, me gustan mucho tus novelas, me encanta cómo escribes”, pero allí en Latinoamérica es otra cosa.

Hoy en día ya sí me conoce mucha gente. Aquí en España hay un dicho, seguramente que también existe allí, que es uno no aprecia lo que tiene, ¿sabes? Y entonces, a lo mejor, siempre siempre se ha dicho, que quizás de donde eres te tienen menos aprecio que de donde no eres.

Alomejor cuando voy a a Latinoamérica, como no estoy yendo ahí todos los días, voy una o dos veces al año, es como que todo el cariño que me dan ese día me lo reparten aquí en España en un año.

—Hace poco estuviste en Chile, ¿cómo te recibió la gente acá?

R: Pues, la verdad es que muy bien. Llenamos un pabellón de 900 personas. Impresionante. La gente en Chile es súper cariñosa conmigo siempre, es maravillosa. Sois muy cariñoso los chilenos, y luego, por ejemplo, cuando me llevaban a comer por ahí la gente de la editorial eran cosas muy ricas que coméis ahí.

Y luego las guerreras que tengo allí son increíblemente maravillosas. Las que voy conociendo de ir un año y otro año, que a lo mejor tengo la suerte de tener un poquito de espacio para poder estar, yo que sé, aunque sea media hora con ellas o antes de la presentación o lo que sea, la verdad es que yo estoy encantadísima de cómo sois allí.

—¿Tu contacto con los fans influye en lo que escribes?

R: Lógicamente, influye, porque muchas de las guerreras o guerreros que me leen me dicen, “ay, Megan, pues, ¿podrías escribir un libro en el que pasara esto o que chica fuera esto, que el chico fuera aquello? Y yo todo me lo voy quedando aquí en la cabeza. Entonces, en mis libros, si me voy acordando, voy intentando meter todas esas cosas que me van comentando.

Para mí es muy importante el tener el trato que tengo con ellos. Yo misma siempre digo que soy la que lleva mis redes sociales y, bueno, la gran mayoría de las personas lo saben, pero cuando de pronto alguien no lo sabe y ve que soy yo la que contesta, se queda como diciendo “¿eres tú de verdad?” Digo, claro, soy yo la que lleva las redes sociales, porque me parece muy importante tener contacto con mis lectores.

—¿Qué le aconsejarías a las escritoras que están comenzando?

R: Pues, les aconsejaría que tuvieran muchísima paciencia, que creyeran en ellas y en lo que hacen y que escribieran lo que les gusta, no lo que les digan que tienen que escribir. Y sobre todo, que se rodeen de gente que sean positivas y que les sumen y no les resten.