Detalle del afiche de Delfina: ¡Cállese, apúrese y no se luzca!, de Ricardo Carrasco

Delfina: ¡Cállese, apúrese y no se luzca!: Documental sobre una mujer rebelde, lúcida y con humor

29 noviembre 2025 | 16:27

Hay pocas actrices con tanto desplante, tan irreverente, con una inteligencia lúcida y mucho humor como Delfina Guzmán. Que, además de romper con su círculo familiar y social, fue capaz de construir su propia vida, sin renegar de sus orígenes.

María Delfina Guzmán Correa

Delfina Guzmán (1928) se casó a los 21 años con el arquitecto Joaquín Eyzaguirre Edwards. Se fueron de luna de miel a Europa, durante ocho meses. Ahí hizo un breve curso con Marcel Marceau. Luego entra a estudiar teatro a la Universidad de Chile. Pero su vocación por el teatro no calza con lo que, su marido y sus respectivas familias, esperan de ella. Entonces, teniendo dos hijos, abandona el hogar y se dedica de lleno a su pasión. Uno de sus hermanos defiende a su marido.

Desde ese momento, la vida de Delfina Guzmán está marcada por el teatro, por su rebeldía a ser encasillada. Entre otras decisiones, se empareja con el actor, director y dramaturgo Gustavo Meza (1936). Ambos se van a trabajar al Teatro Universitario de Concepción, TUC. Se separa de Meza, con quien tuvo dos hijos, y regresa a Santiago.

Trabaja en el Teatro Ictus durante casi 20 años, con los que hace el mítico programa de televisión La manivela. Actúa en gran cantidad de películas, como El tango del viudo y Tres tristes tigres, de Raúl Ruiz, Julio comienza en julio, Coronación y La Candelaria, de Silvio Caiozzi, El regalo de Cristián Galaz y La nana de Sebastián Silva. Terminada la dictadura, que la mantuvo vetada, empieza a participar en importantes teleseries, como Sucupira, La fiera, Romané y El circo de las Montini. Además de actuar en más de sesenta obras de teatro, también fue directora.

Delfina: ¡Cállese, apúrese y no se luzca!

El documental de Ricardo Carrasco Farfán (El sabio de la tribu) combina entrevistas a Delfina Guzmán, testimonios de familiares, actores y directores. A lo anterior, incorpora gran cantidad de material de archivo.

El material de archivo permite ver la gran cantidad de roles y caracterizaciones que ha tenido la actriz, mostrando su versatilidad. En él destacan fragmentos de películas y teleseries.

El documental, conservador en su estructura, permite valorar un personaje central en las artes escénicas nacionales. Pero, también muy relevante como una mujer que rompió esquemas, que, con mucho humor y desplante, supo cuestionar de manera inteligente y refinada.

Delfina: ¡Cállese, apúrese y no se luzca! es un documental que muestra la valentía y las convicciones de Delfina Guzmán, sumadas a las cualidades de esta mujer valiente.

El nuevo documental de Ricardo Carrasco -a pesar de lo conservador y del uso de imágenes creadas con Inteligencia Artificial que, a mi juicio, desentonan- es una oportunidad para conocer a Delfina Guzmán y para incentivar a las personas a buscar sus propios caminos. Sus propios intereses y vocación.