Por Andrés Torres G.

Arquitecto
Núcleo de Investigación del Sur / NUDISUR

La nueva elección implica un replanteamiento de los centros de poder simbólico en la preservación y gestión del patrimonio industrial. Además, del giro epistemológico del sur global que nos insta a repensar sobre las estructuras del conocimiento.

Una plataforma global con un enfoque crítico

La nueva directiva de TICCIH fue anunciada entre el 25 y el 30 de agosto de 2025, dentro del 19º Congreso Mundial de TICCIH bajo el lema “Heritage in Action: Legacies of Industry in Future Making” desarrollado en Kiruna, en el extremo norte de Suecia. Fue un encuentro en el que se reunieron más de 300 investigadores, gestores, activistas sociales y representantes públicos provenientes desde diversas latitudes globales.

En el encuentro se abordaron temas cruciales como sostenibilidad, inclusión, colonialismo, cultura y tecnologías emergentes en el contexto del patrimonio industrial global. Se articularon debates globales sobre los impactos de la industrialización y desindustrialización, incluyendo paneles sobre saberes locales y producción artística, como ejes de la transformación.

Que la ciudad de Kiruna acogiera el Congreso Mundial de TICCIH no es casualidad. La ciudad ártica está siendo reubicada debido a la expansión de la mina de hierro, fuente de gran parte del hierro europeo, y será Capital Europea de la Cultura en 2029. Ese traslado masivo abre la histórica tensión entre la memoria, comunidad e identidad, en contraste con la tecnología y el modelo extractivista. Aún se cuestiona cómo llevar un pasado industrial al futuro sin borrar sus memorias.

Asumir la vicepresidencia desde un enfoque decolonial

La elección de Steiner, Joshi y Rock en el equipo presidencial de TICCIH representa una apertura hacia epistemologías distintas, hacia narrativas que disputan centros canónicos y miradas del patrimonio que suelen centrarse, principalmente, solo en el objeto construido y en su valor como monumento.

TICCIH, -con su labor plasmada a través de discusiones académicas y técnicas, revisión de cartas patrimoniales, boletines mensuales, congresos anuales, reportes internacionales trienales y herramientas como el MapaPI-, posee un gran capital técnico, que hoy incluye voces históricamente invisibilizadas. Desarrolla un acto pluralista que incluye a la diversidad de memorias obreras y a procesos de colonización/decolonización, atendiendo con ello a una perspectiva crítica y comunitaria que emerge con fuerza desde la nueva propuesta global inclusiva.

La presencia de la Dra. Rock fortalece el entramado patrimonial internacional, trayendo importantes debates críticos a la palestra mundial, pero también con una impronta relacional colaborativa. Su experiencia en el fortalecimiento de las redes de colaboración entre TICCIH y el Núcleo de Investigación del Sur / NUDISUR (www.nudisur.org), vinculando actores locales (como Lota y San Rosendo Tomé, entre otros) con interlocutores internacionales, apunta a transformar la gobernanza patrimonial desde un enfoque crítico y decolonial que lo muta en pluralista e inclusivo.

Investigación comparada: Biobío y Ruhr, una cartografía crítica

Un aporte clave en esta perspectiva lo ofrece la actual investigación comparada que Rock desarrolla junto al reconocido historiador y director del Instituto de Movimientos Sociales de la Ruhr (ISB), Dr. Stefan Berger.

Berger es un referente de los estudios sobre desindustrialización e identidad regional industrial, lidera proyectos que dialogan con la memoria, movimientos sociales y patrimonio desde una óptica global y política.

Este estudio busca entender los procesos de patrimonializacion de la cuenca del carbón de Lota (Región del Biobío, Chile) y la gran región minera de la Ruhr (Alemania). Desde el sur global, se abre una perspectiva que instala a Lota en el mapa mundial del Patrimonio Industrial, cuyas comunidades son activas y empoderadas en la generación de reflexiones críticas sobre identidad, memoria y territorios postindustriales.

En este sentido, el estudio ofrece una oportunidad única para entender que los intereses de las comunidades locales y la planificación territorial, junto al patrimonio industrial van de la mano. Se requiere, más que siempre, que las políticas públicas centradas en el patrimonio industrial sean constituyentes de una transformación positiva para la población -actual y futura- de la Región del Biobío.

Lota y San Rosendo: memoria crítica, visibilidad global

Lota, una ciudad con una rica historia minera, ha sido objeto de esfuerzos sostenidos para su reconocimiento como Patrimonio Mundial de la UNESCO. El Plan Lota, una iniciativa que articula a organismos públicos, privados, al Gobierno Regional del Biobío, la Municipalidad de Lota, universidades y la comunidad, busca resguardar y proyectar el patrimonio material e inmaterial de la comuna minera.

La incorporación de Lota en la lista tentativa de UNESCO, en la categoría de patrimonio industrial, no es una formalidad técnica: es ante todo la valiosa posibilidad de construir y visibilizar una narrativa política, simbólica y comunitaria que articule a las esferas sociales de esta zona del país con el Estado central. Se trata del reconocimiento del protagonismo cultural, de la memoria obrera y migratoria, y de su capacidad de conjugar memoria, innovación y justicia social.

Este proceso se ha visibilizado internacionalmente estos últimos años: el IV Congreso Internacional Interdisciplinario de Patrimonio Cultural impulsado por NUDISUR, el Festival de Arte en Ruinas llevado a cabo por CREASUR (www.creasur.cl) y Casa Taller (www.casa-taller.cl), el Diplomado en Metodologías participativas para proyectos patrimoniales con enfoque critico certificado desde la OTEC Cultura y Territorio (www.culturayterritorio.cl) y respaldado por el Magister en Intervención del Patrimonio Arquitectónico de la Universidad de Chile, son señales de una estrategia creativa, participativa e inclusiva.

Este trabajo, que imbricó el mundo comunitario, académico y el servicio público, constituye una base legítima para proyectar la candidatura hacia plataformas globales desde un posicionamiento intelectual original. Este original y profundo trabajo quedó plasmado en el libro Iniciando Transformaciones: El Patrimonio Industrial como activo para el desarrollo regional. Miradas críticas desde y para el Sur Global (descarga gratuita en https://www.creasur.cl/programa-gore/descargar-libro/).

El caso del complejo ferroviario de San Rosendo -reconocido recientemente como Monumento Histórico Nacional- representa otro eje de memoria industrial diversificada. La internacionalización en publicaciones especializadas, como IndustrieKultur (Alemania) y la red TICCIH, posibilitan una visibilidad ampliada que puede traducirse en atención técnica, redes colaborativas y difusión internacional. Difusión que conecta con el silencioso y relevante trabajo que, desde La Sabina en Italia, desarrolla el destacado arquitecto y pensador Renato Vivaldi, quien, a partir de su experiencia en Chiloé junto al premio Nacional de Arquitectura Edward Rojas y también en varias partes del mundo, piensa el territorio local desde la memoria ferroviaria chilena.

Contextualizando: memorias, nostalgia y reconfiguración territorial

El patrimonio industrial no se limita a objetos materiales; comprende infraestructuras, entornos, memorias vivas, prácticas culturales, instituciones y relatos sociales en constante transformación. Como señala el trabajo de Berger en la Ruhr, muchas veces estas memorias se articulan en torno a una nostalgia políticamente neutra, mientras otras voces promueven enfoques críticos que tensionan esa pasividad.

La región de la Ruhr ha transitado de ser una zona de conflicto posindustrial a ser un ejemplo de reactivación patrimonial urbana mediante proyectos como IBA Emscher Park, que revalorizaron territorios industriales hacia espacios ecológicos, culturales y turísticos.

Ese modelo, apoyado por la filosofía y planificación del Estado de bienestar, puede inspirar a la región del Biobío, donde, pese a que la desindustrialización y la dictadura neoliberal fragmentaron comunidad, territorio y cultura, hoy se alza con una fuerza única y una naturaleza que clama su valoración y conservación.

Las comunidades del Biobío han construido memorias resilientes desde los márgenes, con liderazgos femeninos, artísticos y juveniles que proponen diversidad de narrativas y construyen identidades en clave crítica. Esa agencia local, ahora con un nuevo impulso a escala global dada la posición de Rock en TICCIH -en sinergia con labores y activismos tan significativas como el que desarrolla la Dra. Magdalena Novoa desde Illinois, USA-, puede convertirse en una plataforma para que el sur global redefina paradigmas patrimoniales.

Hacia una decolonización del Patrimonio Industrial

Una perspectiva decolonial en patrimonio implica interrogar qué memorias se legitiman, quién las produce y con qué propósitos. Rock, desde TICCIH, plantea la reconfiguración de debates y promueve prácticas patrimoniales que incluyen decolonizacion de las narrativas patrimoniales, la valoración de la memoria, la promoción de la justicia social y la fundamental presencia comunitaria.

Lota ya no es solo una ex ciudad minera; es memoria viva, una comunidad resiliente, un laboratorio patrimonial gerenciado por sus habitantes. Su candidatura a la nominación de Patrimonio Mundial de la Humanidad, conectada a redes académicas y técnicas globales, puede articular transformaciones territoriales, simbólicas, sustentables y sostenibles en el tiempo.

Si el Patrimonio Industrial del Sur Global logra abrirse espacio en TICCIH Internacional, las discusiones en torno a los márgenes y las instituciones dejarán de percibirse únicamente como fricciones periféricas. Más bien, se convertirán en un ámbito legítimo de diálogo, donde las tensiones propias de los procesos de transformación humana encuentren reconocimiento y valor.

En ese escenario, el Patrimonio Industrial del Sur Global no solo será escuchado, sino que emergerá como un sujeto epistemológico y político central en los debates globales sobre patrimonio.