Editorial Forja (c)

De otro Chile, otros goles y cuarentena a sangre y quiebras

Por Tu Voz

04 mayo 2020 | 12:57

Ahora que cierta espesa sensación se respira en las calles resulta oportuno recordar otros años en que también había toque de queda, cambios brutales, el entretenimiento a distancia como show y distracción, militares en las esquinas. Miedo. Mucho miedo y una democracia suspendida por Estado de Emergencia. Perdida también la salud mental y hasta la vida. Hace 38 años: “82, sangre, fútbol y quiebras. El Soberbio camino al fracaso”, de Cristián Venegas Traverso. Prosa y crónica oportuna para recordar este futuro.


Por Marcel Socías Montofré

Extrañas coincidencias se encuentra en cada página y reconstitución de escena que Venegas Traverso realiza de la década de los ´80 en Chile. Nada menos que 446 páginas de un libro que pudo ser apenas una crónica más del fracaso deportivo de la selección chilena en el Mundial de España 82´, pero que el rigor histórico del autor terminaron por convertir en una obra de profundidad para recordar, comprender y contextualizar el fútbol en su uso y abuso fuera del estadio.

Allí donde la política y el poder siempre rayan la cancha.

Por eso es extraño, porque ya en aquel entonces aparecen jugando las AFP, las isapres, la incipiente institucionalidad que hasta hoy decide las reglas del juego, el fomento al exitismo, el arrebato individualista, el frágil triunfalismo, el saqueo y la manipulación mediática.

Por cierto, también las decisiones erradas. Como el penal perdido de Caszely. Otro hito y metáfora nacional.

Esas son las extrañas coincidencias. Porque a ratos uno puede acomodarse en una sucesión de hechos bien documentados para ver cómo el autor relaciona la selección de Luis Santibáñez –el que habló del “Carro de la Victoria” antes de que se hiciera trizas la fantasía de un país campeón del mundo– con el Chile de Pinochet, los Chicago Boys, el derrumbe económico, la recesión y hasta los psicópatas de Viña del Mar. Jorge Sagredo, Carlos Topp Collins y tantos otros psicópatas que por aquella época actuaban con permiso institucional.

Pero también es posible en sus páginas vislumbrar este futuro que ya entonces comenzaba a forjarse a fuerza y miedo. Como un segundo tiempo para comprender que “no son 30 pesos, son 30 años” y mucho más. Son décadas de un país que pasó de los triunfos morales al exitismo y luego, sin pelota a mano y lleno el estadio, vio salir por los túneles un virus que nos recuerda esa idiosincrasia tan chilena: en tiempo de crisis hay solidaridad, pero también brutalidad. Sálvese quien pueda, que no todos quieren jugar en equipo.

Por eso las extrañas coincidencias. Porque cambian las circunstancias, pero la falta de fair play es igual. Cambian las muertes. Pero son los mismos sospechosos de siempre. Esa élite del poder que siempre disfruta darle pan y circo a la galería, mientras algo se cocina en las tribunas.

Sin duda es el Chile de los 80´, pero imposible no encontrar semejanzas con este presente tan de virus y amenaza de crisis económica que hoy enciende alarmas y tarjeta roja en Chile.

Tan sólo a modo de ejemplo en esta circularidad del tiempo la página 347: “La medida tantas veces negada por Pinochet es ahora una bofetada de realidad para quienes siempre terminan pagando las políticas anticrisis: los pobres. La devaluación parece ser el fin oficial de los años de la “plata dulce”. Un periodo iniciado el 29 de junio de 1979, cuando Pinochet y el ministro de Hacienda Sergio de Castro determinaron fijar el valor del dólar en 39 pesos, con un tipo de cambio congelado. Se mantuvo así por tres años, a pesar de las advertencias “en estéreo” de la oposición, y en el último tiempo, del círculo más adicto al régimen. Además, está la evidencia negativa que dice que aún el 65 % de los hogares chilenos debe lavar a mano y solo la mitad cuenta con refrigerador”.

Esos secretos de camarín y también en las oficinas del poder, donde se diseñan tácticas, estrategias y goles. Muchos goles bajo cuerda.

Buen aporte el de Venegas Traverso. No necesariamente por belleza estilística ni por lo que concierne a estructura de novela. Que claramente no es lo suyo. Pero sí un pase oportuno a revisar el fútbol como instrumento que también permite analizar la historia de un país. Incluso se agradece que sea partir de la cancha el contexto, porque lo salva del panfleto literario para refrescarnos la memoria. Para recordar cuándo comenzó el partido… y para saber por qué seguimos jugando a los descuentos.

Editorial Forja (c)

“82, sangre, fútbol y quiebras. El Soberbio camino al fracaso”
Cristián Venegas Traverso

Editorial Forja
2019.