“El tiro con arco lo es todo, me ha dado la fama y el dinero. Es como un padre y una madre para mí”. Así describe Im Dong-Hyun su amor por este deporte, y no es menor, pues legalmente se le considera ciego y esa ‘condición’ no ha sido impedimento para desarrollar a la perfección lo que más ama.
El surcoreano es un avezado arquero que en el 2012 se hizo conocido por batir en Londres una nueva plusmarca mundial en la modalidad de 72 flechas con 699 puntos.
Esta marca se quedaría en un simple registro deportivo si no fuera por la ceguera de Dong-Hyun. “Todo lo que puedo hacer es tratar de distinguir entre los diferentes colores”, dice.
“He practicado con anteojos, pero me hace sentir menos cómodo cuando disparo”.
De hecho, para la Federación Surcoreana el deportista es legalmente ciego, con un porcentaje de visión de 20/200 en su ojo izquierdo y del 20% en el derecho.
Esto significa que Dong-Hyun no es capaz de reconocer rostros, y para leer el diario debe acercárselo hasta la punta de la nariz.
Datos de interés
Dong-Hyun nació el 12 de mayo de 1986 en Cheongju (alrededores de Seúl), y empezó a practicar el tiro con arco a los 10 años, animado por un profesor.
Im entrena muchísimo, hasta siete horas al día, incluso de noche.
No usa gafas porque, según explica, le molestan al apuntar (No le hicieron mejorar sus marcas).
Tiene prohibido conducir.
Pero para el medallista olímpico en Atenas 2004 y Pekín 2008 su ‘condición’ no lo incapacita, al contrario, le molesta que lo consideren ciego.
“No necesito un perro guía, es desagradable cuando la gente me dice que estoy incapacitado”, explica.
Y tiene razón, ya que atesora nada menos que dos oros olímpicos, cuatro campeonatos mundiales y otros cuatro oros en los campeonatos asiáticos. Que palmarés.
Pero, ¿Cuál es realmente la clave para poder obtener tan buenos resultados? El ‘truco’ está en los colores.
Dong-Hyun no puede ver la diana, la cual se encuentra a 70 metros de distancia. De hecho, solo distingue unas manchas borrosas.
Pero si ve a lo lejos los colores. Un circulo amarillo rodeado por circunferencias roja y azul. Con los años el surcoreano ha podido acertar al “centro de la mancha amarilla” y el resultado de tan gran habilidad ya todos lo conocemos.
¿Lo veremos en Río 2016?