La muerte de 96 hinchas del Liverpool inglés en el estadio de Hillsborough en 1989 no fue accidental, según los resultados de una investigación de dos años difundidos este martes que exculpa a los hinchas y apunta a negligencias policiales.

El jurado respondió con un “sí” a la pregunta de si la muerte de los hinchas fue “ilegal”, en aquel desastre ocurrido en unas semifinales de la copa de Inglaterra de fútbol entre el Liverpool y el Nottingham Forest en el estadio de Hillsborough, en Sheffield.

Nadie fue juzgado por el desastre, pero las familias lucharon durante años para que se establecieran los hechos y para limpiar el nombre de sus seres queridos que, en un momento en que los hinchas violentos eran un grave problema en Inglaterra, fueron inicialmente culpados por la policía y parte de la prensa.

Las conclusiones del jurado no desembocarán en condenas o sanciones, apuntan simplemente a los responsables. Pero nada prohíbe la apertura de un eventual proceso penal si las conclusiones revelan que las muertes fueron causadas por negligencias, como es el caso.

Aquella tarde fatídica, los hinchas del Liverpool podían acceder al estadio solamente por una puerta y una serie de circunstancias desafortunadas -unas obras en la carretera que retrasaron la llegada de los hinchas, por ejemplo- hizo que se formara un cuello de botella en aquel acceso.

La policía decidió abrir las puertas y la avalancha de gente llegó hasta la tribuna, donde acabó aplastando a cientos de personas contra las verjas que la separaban del terreno de juego.