La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) rechazó la solicitud de Gordon Derrick para presidir la Confederación de Fútbol de América del Norte, América Central y el Caribe (Concacaf) al no superar la evaluación de integridad.
“Gordon Derrick no se le permitió presentar su candidatura a presidente de la Concacaf y Vicepresidente de la FIFA, así como miembro de la junta de la FIFA. Por razones de privacidad, no damos detalles de las razones de esta decisión”, aseguró la FIFA en un comunicado.
La decisión, tomada por el Comité de Auditoría de la FIFA y que revisó las solicitudes de los candidatos, deja en carrera al presidente de la Federación Canadiense Víctor Montagliani y su homólogo de Bermudas Larry Mussenden.
La elección está fijada para el 12 de mayo en el congreso anual de la Concacaf en la Ciudad de México.
Derrick es el secretario general de la Federación de Antigua y Barbuda y el presidente de la Unión de Fútbol del Caribe (UFC), cargo que ocupó desde 2012 tras reemplazar al trinitense Jack Warner.
Según trascendió, Derrick había recibido una advertencia y una multa de 300 francos suizos de la Comisión de Ética de la FIFA en noviembre de 2011 a causa de violaciones del código de ética de la FIFA en una reunión de la UFC.
Varios directivos de la Concacaf, incluidos sus últimos tres presidentes, están involucrados en el escándalo de corrupción y lavado de dinero que hundió a la FIFA en la peor crisis de su historia.
Warner, presidente de la Concacaf de 1983 al 2011, está dentro del alcance de una solicitud de extradición de la justicia de Estados Unidos bajo cargos de corrupción y blanqueo de dinero.
Su sucesor, Jeffrey Webb, que dirigió la Concacaf de 2012 hasta su detención en Suiza en de mayo de 2015, fue extraditado a los Estados Unidos y se declaró culpable de malversación, fraude y extorsión antes de ser puesto en la libertad en julio.
Por último, el hondureño Alfredo Hawit se declaró culpable el lunes en Nueva York por complicidad de crimen organizado, dos cargos de conspiración para el fraude electrónico y conspiración para obstruir la justicia.