La FIFA solicitó a la justicia estadounidense recuperar “decenas de millones de dólares” de sus antiguos directivos perseguidos en los Estados Unidos, acusados de haber malversado más de 200 millones de dólares, según los documentos publicados este miércoles.

Inmersa en el peor escándalo de corrupción de su historia, la FIFA se basa en la investigación estadounidense para también acusar a Sudádrica de haber pagado 10 millones de dólares en sobornos, incluyendo al polémico dirigente Jack Warner, para la obtención del Mundial 2010.

“La FIFA ha transmitido los documentos a las autoridades estadounidenses para reclamar decenas de millones de dólares” a 39 antiguos dirigentes del fútbol mundial, entre ellos vicepresidentes de la federación internacional, perseguidos por la justicia estadounidense por corrupción, subrayó la institución.

En un documento de 21 páginas, la FIFA se declara “víctima”, explicando que durante “numerosos años los acusados han abusado de su posición para enriquecerse personalmente, causando un daño significativo y directo a la FIFA”.

“Mientras la investigación continúa, las pérdidas pueden estimarse en decenas de millones de dólares”, añade.

“No sabemos cuánto podemos reclamar con precisión. Dependerá de la suma final que las autoridades estadounidenses recuperen de los acusados. Pero se trata de un montante muy sustancial”, señaló una fuente próxima a la FIFA.

“Este dinero pertenece a la FIFA y tenemos la esperanza de que con esta demanda lo recupere”, añadió otra fuente próxima a la institución.

Warner y Blazer, en el centro de la trama

Este nuevo episodio en el proceso estadounidense abierto en mayo llega después de la elección de Gianni Infantino como nuevo presidente de la FIFA el 26 de febrero, mientras que su predecesor, Joseph Blatter, está imputado por la justicia suiza.

“Cuando la FIFA recupere este dinero, podrá volver a su objetivo inicial, desarrollar el fútbol internacional”, señaló Infantino en el comunicado.

Según el acta de acusación de la justicia estadounidense, los 39 antiguos directivos del fútbol mundial fueron acusados de haber malversado “más de 190 millones de dólares”.

Hasta hoy “más de 100 millones han sido identificados, recuperados o congelados en los Estados Unidos y en el extranjero”, precisó el acta de acusación.

Entre los cerebros de esta vasta red de corrupción figuran el trinitense Jack Warner, antiguo presidente de la Confederación de América del Norte y Caribe (Concacaf) y exvicepresidente de la FIFA, así como Jeffrey Webb, originario de las Islas Caimán, antiguo presidente de la Concacaf y también exvicepresidente de la FIFA.

Arrestado en Zúrich, Webb fue extraditado a los Estados Unidos mientras que Warner está sujeto a una solicitud de extradición de la justicia estadounidense.

Sobre la base de la investigación estadounidense, la FIFA acusa a Warner y a Chuck Blazer, antiguo secretario general de la Concacaf, de ser los beneficiarios de una operación de compra de votos para la atribución del Mundial 2010 a Sudáfrica.

Para obtener este torneo Sudáfrica “ofreció un soborno de 10 millones de dólares a cambio de votos a Warner, Blazer y un tercer miembro del comité ejecutivo”, aseguró la FIFA.