La justicia francesa investiga desde diciembre pasado las sospechas de corrupción sobre la atribución de los Juegos Olímpicos a Río de Janeiro en 2016 y a Tokio en 2020, indicó a la AFP una fuente judicial, confirmando así una información del diario británico The Guardian.

“Se encuentran en estado de verificación” para determinar si hubo infracciones o no, precisó la fuente judicial.

“Hasta el momento, no hay ninguna prueba”, declaró en Lausana un portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI), y aseguró que el comité “seguirá en estrecho contacto con la justicia francesa” en este caso.

Esta investigación, a iniciativa de la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) francesa, es consecutiva a la que llevó a procesar en noviembre pasado por corrupción al ex presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Lamine Diack.

El senegalés, de 82 años, 15 al frente de la IAAF, es sospechoso de haber ocultado controles antidopaje positivos de atletas rusos a cambio de dinero. Diack, que dejó la presidencia de la IAAF en agosto pasado, está acusado de corrupción pasiva y blanqueo agravado.

Según The Guardian, los investigadores sospechan que Diack, miembro del COI entre 1999 y 2013, y su hijo, Papa Masata Diack, fueron intermediarios entre las ciudades candidatas a organizar los Juegos Olímpicos y algunos miembros del COI.

‘Jugoso’ contrato con patrocinador japonés

El ex patrón del atletismo mundial, que en un primer momento apoyó a Estambul para organizar los JJ.OO. 2020, habría cambiado su posición después de que un patrocinador japonés firmara un importante contrato con la IAAF, según el diario británico. Papa Massata Diack habría maniobrado para que los JJ.OO. 2016, que se celebrarán en Brasil el verano próximo, volvieran a Qatar.

Ex consejero de marketing de la Federación Internacional de Atletismo, Diack hijo fue suspendido de por vida el 7 de enero pasado por la Comisión de ética de la IAAF, tras ser objeto de una orden de captura internacional pedida por Francia, y fue añadido por Interpol a su lista de personas buscadas.

Los reproches a mi padre son “las mayores mentiras de la historia del deporte mundial”, aseguró a finales de febrero en una entrevista del diario L’Equipe.

La atribución de los Juegos a Río de Janeiro fue decidida en 2009, y la de Tokio en 2013.

“Río ganó con holgura los Juegos porque la ciudad presentaba el mejor proyecto”, subrayó simplemente el Comité Organizador de Río 2016.

Por su parte, Tokio-2020 reiteró la posición expresada a mediados de enero, cuando aparecieron las sospechas de corrupción, en una nota a pie de página de un informe de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). “Estas alegaciones escapan a nuestra comprensión”, declaró la portavoz Hikariko Ono. “Los juegos fueron atribuidos a Tokio porque la ciudad presentaba la mejor oferta”.

El PNF también investiga las condiciones en las que fue atribuido el Mundial de atletismo 2021, que tendrá lugar en la ciudad de Eugene (Oregón, EEUU), cuna de la marca Nike.

Esta investigación puede atañir al nuevo presidente de la IAAF, Sebastian Coe, que abandonó a primeros de diciembre su papel de embajador de Nike, función que desempeñó 38 años. Bajo presión, tuvo que cancelar a finales de noviembre su contrato con la marca, estimado en 142.000 euros anuales.

“La corrupción forma parte integrante de la IAAF”, según un informe muy severo difundido en enero por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

La investigación sobre los JO de Río y Tokio puede afectar más a la imagen de las grandes instituciones deportivas mundiales cuando la instancia suprema del fútbol, la FIFA, se las ve con un enorme escándalo de corrupción.