En marzo de 1997, Juan Antonio Pizzi, nuevo entrenador de la selección de fútbol de Chile, se ganó un apodo que hasta el día de hoy es recordado: “Macanudo”.

Cuando militaba en Barcelona, el delantero argentino protagonizó uno de los goles más recordado del último lustro de la década de los noventa por la afición catalana.

En los cuartos de final vuelta, el Barça recibía al Atlético de Madrid ante un repleto Camp Nou luego de igualar en la ida por 2-2.

Ese miércoles 12 de marzo Iván de la Peña, Luis Figo y Ronaldo dejaron en el banco a Pizzi.

El conjunto colchonero se puso rápidamente en ventaja gracias a los tres tantos de Milinko Pantić (8′, 28′, 31′). Luego Ronaldo acortó el marcador (47′, 50′), pero nuevamente Pantić aumentó las cifras para dejar un 2-4 parcial (51′).

Fue el último tanto del conjunto de la capital española en aquella noche, ya que después vendría la remontada culé.

Figo (68′) y Ronaldo (74′) emparejaron el electrónico, por lo que el tanto de la victoria parecía inminente.

El “Lagarto”, como también era conocido, había entrado a finales del primer tiempo por el rumano Gheorghe Popescu. En el minuto 82, el golero Molina rebotó una pelota después de cabezazo de Abelardo, que fue aprovechado por el nacionalizado español para marcar el 5-4 final y el pase a las semifinales de la Copa.

El estadio festejó con locura la anotación del atacante, y el periodista Joaquim Maria Puyal relató el gol diciendo: “¡Pizzi, sós macanudo!”, “¡Pizzi, qué bueno que viniste!”.

Desde esa fecha que la fanaticada azulgrana recuerda con cariño al “Macanudo” Pizzi.

Barcelona finalmente se quedó con la Copa del Rey tras vencer en la final al Real Betis.

A continuación recueda el gol de Pizzi