El exestelar jugador inglés David Beckham encuentra nuevos tropiezos en sus planes de construir un estadio de fútbol en Miami con miras a tener un equipo en la MLS, según refleja este miércoles El Nuevo Herald.

Según el periódico miamense, los problemas que encuentra el astro para levantar un estadio en la ´Capital del Sol´ parecen no darle respiro, y la cuarta propuesta se ha topado con la resistencia de un grupo de vecinos del barrio de Overtown.

Cuando parecía que prosperaba el plan de Beckham para adquirir un terreno de nueve acres (3,64 hectáreas) en Overtown, tras tres intentos fallidos en diferentes zonas del centro de Miami, la oposición de algunos puede convertirse en un dolor de cabeza para el astro deportivo.

Residentes del barrio de Spring Garden, aledaño al terreno donde el Miami Beckham United quiere levantar un estadio de fútbol para participar en la Major League Soccer (MLS), han expresado su disconformidad y preocupación por el proyecto.

“¿Qué altura tendrá el estadio?”, se quejaba un vecino de la zona que se mostró muy intranquilo por los accesos a sus viviendas y la probable pérdida de luz solar directa en la zona, señala el matutino de Miami.

El terreno donde se construiría el estadio se sitúa justo al otro lado del canal de un vecindario designado como histórico y cuyos residentes ya se opusieron con anterioridad a la edificación de una prisión y una vía de tren, sostiene el diario.

Recientemente, el Miami Beckham United dio a conocer que había alcanzado un acuerdo de compra de un terreno de más de 36.000 metros cuadrados ubicado en este vecindario humilde al noroeste de Miami.

Al parecer, el grupo inversor logró un acuerdo de compra de una parte del terreno de propiedad privada y firmó una carta de intenciones con el alcalde del condado de Miami Dade, Carlos González.

Beckham no logró sacar adelante los dos primeros sitios que propuso para el estadio, en el Puerto de Miami y al lado del coliseo American Airlines, donde juegan los Heat en la NBA, ante la oposición de varios sectores afectados, como el de los cruceros, además de asociaciones de vecinos y ambientalistas.

Hasta hace algunas pocas semanas, el grupo barajaba un tercer lugar en el centro de Miami, junto al parque de los Marlins, equipo de las las Grandes Ligas de béisbol, un emplazamiento que exigía que el grupo inversor adquiriera una serie de viviendas ocupadas cerca de la zona proyectada para la obra, un aspecto que también complicó la operación.