Cuatro jóvenes futbolistas holandeses, ya condenados por la justicia por haber provocado la muerte de un árbitro amateur en 2012, han sido suspendidos de por vida de todas las competiciones, anunció este lunes la Federación de Fútbol del país (KNVB).

La justicia holandesa condenó en junio de 2013 a cinco adolescentes (entre 15 y 17 años en la época) a dos años de prisión por los golpes que dieron a un juez de línea amateur, sin la intención de matarlo.

Cuatro de los cinco jugadores “no podrán jugar más como miembros de la KNVB”, explicó la federación. Se trata de la pena más grave que la institución podía dictar.

El quinto jugador recibió una suspensión de cinco años por “haber reconocido su responsabilidad en la acción y mostrar su remordimiento”, añadió la KNVB.

Los incidentes ocurrieron el 2 de diciembre de 2012: Richard Nieuwenhuizen, juez de línea, recibió golpes en la cabeza y en el cuerpo tras haber arbitrado un partido en las afueras de Amsterdam, en el que jugaba su hijo.

Tras la paliza pudo incorporarse y salir a un costado del campo, pero se sintió mal y fue llevado al hospital, lugar en el cual falleció al día siguiente.

Además de a los cinco jóvenes, la justicia holandesa condenó al padre de uno de los adolescentes, de 51 años, a 6 años de prisión.