Los jugadores y el técnico de los All Blacks se mostraron felices tras la victoria de este sábado en Twickenham contra Sudáfrica (20-18), en la primera semifinal del Mundial de rugby, por haber sido capaces de dar la vuelta al resultado en el segundo tiempo, tras llegar perdiendo 12-7 al descanso.

“Si se analiza el primer tiempo, es nuestra indisciplina la que permitió a los Springboks mantenerse en el partido”, afirmó el capitán de los All Blacks, Richie McCaw.

“A veces, cuando estás bajo la adversidad y estás con un jugador menos, encuentras energía extra. Todos tuvimos que superarnos”, añadió, en referencia al inicio del segundo tiempo, cuando los All Blacks tenían inferioridad numérica con la expulsión por diez minutos de Jerome Kaino en el 39.

Pese a ser uno menos, Nueva Zelanda redujo diferencias con un drop de Dan Carter para acercarse 12-10, cuando Keino no había regresado al terreno tras su tarjeta amarilla.

“Supongo que nos complicamos las cosas, pero sabemos que siempre es el caso con los Springboks. Es fantástico poder disputar una nueva final”, añadió McCaw.

El centro neozelandés Conrad Smith afirmó que los All Blacks tuvieron que “trabajar duro para remontar” y que el mensaje tras el descanso fue que tenían que ser más precisos.

“Es siempre bueno ganar por 20 puntos, pero a veces los buenos equipos tienen que remontar y no siempre encuentran un camino fácil. Simplemente hablamos de hacer las cosas un poco mejor y ser más rápidos, tomando decisiones con más velocidad”, añadió.

Conrad explicó que se hicieron algunos ajustes en el descanso, con algunas sustituciones que dieron más energía al equipo. “Pienso que ejecutamos lo que pensábamos muy bien en el segundo tiempo”, concluyó.

- Corta ventaja -

El técnico neozelandés Steve Hansen afirmó que ante un equipo potente como Sudáfrica es normal que la diferencia sea corta.

“El resultado siempre va a ser ajustado. Ellos son un gran equipo y lo volvieron a mostrar hoy. Estoy muy orgulloso de mis jugadores, mantuvieron la compostura”, dijo Hansen.

“Al comienzo de la segunda mitad sumamos unos cuantos puntos y supimos aguantar la ventaja hasta el final”, añadió.

“En el segundo tiempo, necesitábamos salir y comenzar a llevar la iniciativa en el juego en vez de esperar a que la llevaran ellos. Hablamos de eso en el entretiempo y de seguir manteniendo la compostura en los diez primeros minutos que íbamos a estar con uno menos”, concluyó el técnico.

Por su parte, el seleccionador sudafricano, Heyneke Meyer, estaba decepcionado por no haber sabido aprovecharse de tener un hombre más los diez primeros minutos del segundo tiempo.

“Tendríamos que haber capitalizado eso. Siento haber decepcionado a los aficionados a los que agradezco su apoyo”, señaló.

Meyer logró poner las cosas difíciles a Nueva Zelanda en semifinales, después de haber perdido contra Japón en la primera fase por 34-32.

“Estoy muy orgulloso. Mucha gente no daba nada por nosotros tras la derrota con Japón, pero solo una victoria sirve en Sudáfrica”, añadió.