Hoy, 21 de octubre de 2015 es una fecha histórica. Curiosamente lo era desde hace exactas tres décadas, cuando Robert Zemeckis lanzó la primera entrega de lo que sería una de las trilogías del cine más icónicas de -literalmente- todos los tiempos: Volver al Futuro.
Y lo es porque en un día como hoy su protagonista, Marty McFly, se materializaba en lo que por entonces parecía un lejano y sofisticado futuro, con adelantos perfectamente vaticinados como el cine en 3D o las videoconferencias… y otros no tanto, como vehículos voladores o robots paseadores de perros.
(Y qué decir de la idea de que aún usaríamos los fax).
Como sea, en la saga Marty viaja a cuatro fechas distintas: su 1985 de origen, el romántico 1955, el futurista 2015 y el lejano 1885, escenificado en el salvaje oeste estadounidense.
Esto nos llevó a preguntarnos… ¿cómo lucía Chile en aquellos años? ¿qué ocurría en nuestro país mientras Marty McFly trataba de corregir las paradojas que él mismo había provocado en la historia?
Desde luego no es nada por lo que alguien haya pasado 30 años sin dormir, pero resulta entretenido averiguarlo, e incluso educativo. Así que sube a tu DeLorean y viaja en el tiempo con nosotros, pero esta vez, por las tres principales ciudades de Chile.
Primera Parada: 1885
Mientras Marty retrocedía a un recientemente fundado Hill Valley enclavado en el oeste norteamericano y trataba de evitar que acabaran de un tiro con su querido “Doc”, en Chile las ciudades también comenzaban a tomar su forma actual, a 67 años de nuestra independencia (que fue en 1818, no 1810).
Por entonces en Chile vivían apenas 2.4 millones de personas y era el penúltimo año de gobierno del liberal Domingo Santa María, quien se enfrentó a las complejas tareas de darle fin a la Guerra del Pacífico (cuyas consecuencias, cual Biff Tannen, nos persiguen hasta hoy) y de desafiar el amplio poder de la Iglesia Católica para terminar con su influencia directa en las decisiones del Estado (recordemos que hasta ese entonces incluso había un Ministro de Culto).
Además, en su periodo se instalaron los primeros alumbrados eléctricos y líneas telefónicas, además de inaugurar el tramo ferroviario entre Santiago y Concepción.
Ah, y una cosa más: justamente en la década de 1880 comenzó la migración de campesinos a las ciudades, proceso que duró hasta 1930, cuando la población urbana superó por primera vez a la rural en nuestro país.
Y a propósito, ¿cómo se veían nuestras pequeñas ciudades en aquellos años?
Santiago
Estación Central en Santiago en 1885 | Memoria Chilena
Plaza de Armas de Santiago desde Calle Estado | Memoria Chilena
Concepción
Teatro Concepción (actualmente Mall del Centro) en 1885
Plaza Independencia de Concepción en 1879... 6 años antes de Marty McFly
*La pila central de la Plaza con la diosa Ceres se instaló 23 años antes de la foto, en 1856.
Valparaíso
Avenida Errázuriz y Palacio Cousiño (actualmente DUOC) en 1885
Segunda Parada: 1955
En la primera película, Marty llegaba involuntariamente a su propio pueblo en la dulce época de los baby boomers, y luego se unía a un entones joven Emmett Brown para tratar de regresar a su presente en 1985, mientras ayudaba a sus padres a enamorarse. Y… ¿cómo andábamos por casa?
A esas alturas Chile ya tenía 6.7 millones de habitantes y la población se había volcado masivamente a buscar trabajo en las ciudades. Gobernaba Carlos Ibáñez del Campo, tras ganar una segunda elección (esta vez legítima) y bajo la premisa de barrer con la corrupción de los partidos políticos. Su regencia comenzó con altas expectativas, pero saboteado por el congreso, sus propios ministros, una inflación disparada y el abuso de la policía como elemento represor, dejó al país en una situación de huelgas y revueltas sociales.
Aún así, su (segundo) gobierno logró algunos avances significativos: se fijó un salario mínimo campesino que ayudó a terminar con la situación de pseudo-esclavitud de muchos de ellos, se creó Iansa y el Banco de Estado (que por entonces se preocupaba más de ayudar a los chilenos a ahorrar dinero que en incentivarlos a gastarla), además de la Corvi (actualmente, el Serviu), como programa para que los más pobres pudieran acceder a una vivienda digna.
También derogó la “ley maldita” dictada por su antecesor, el presidente Videla, bajo la cual quedaba proscrito el partido Comunista, y por la cual intelectuales como el mismísimo Pablo Neruda se vieron obligados a escapar del país.
Pero… ¿cómo se veían entonces nuestras ciudades?
Santiago
Teatro Municipal de Santiago en 1955 | Memoria Chilena
Alameda y Universidad Católica en 1955, como se aprecia en esta segunda foto
Arsenales de Guerra en calle Blanco Encalada en 1955, hoy museo y oficinas administrativas
Concepción
Calle Barros Arana vista desde Aníbal Pinto en 1955
Vista de la futura Diagonal Pedro Aguirre Cerda en 1958 desde los Tribunales
*Los rayados “Frei” corresponden a la elección que el líder DC perdió contra Alessandri aquel año.
Valparaíso
Biblioteca Santiago Severín en 1955
Barrio La Matriz en 1955 | Fundación Mapfre
Tercera Parada: 1985
Ironías, ¿no? Cuando se lanzó la película, 1985 era el presente. Hoy es el pasado y tanto para Hill Valley como para nuestro país, el tiempo no pasa en vano.
Chile ya había duplicado su población a 12.3 millones de habitantes. Y mientras Marty echaba carreras de autos con quienes le decían “Gallina” y se trasladaba en su fiel patineta (hasta entonces, con ruedas), Pinochet llevaba 12 años de Dictadura y había saneado la economía y las revueltas sociales a fuerza de privatizaciones, desapariciones, torturas, asesinatos y exilios; los que eran periódicamente retribuidos con artefactos explosivos que cobran la vida de 6 personas ese año.
Como si no fuera suficiente, en marzo de ese año se produjo el terremoto de Santiago que, con una magnitud de 8, dejó 177 muertes y más de 2 mil heridos. Ese año también fue la última vez en aplicarse la pena muerte en Chile, al ejecutar a Jorge Sagredo y Carlos Topp, conocidos como los psicópatas de Viña del Mar.
En el lado más amable, Los Prisioneros lograron publicar a nivel nacional su disco La Voz de los ’80, convirtiéndose en uno de los discos más populares e icónicos de la música de nuestro país. Además, el papa Juan Pablo II confirma oficialmente que visitará Chile.
(Y aunque no sea una efeméride mundial, mi querido hermano menor nacería al año siguiente).
¿Cómo nos veíamos en ese entonces?
Santiago
Metro de Santiago en 1985, cuando era posible subirse sin tener que matar a nadie antes
Carabineros y Manifestantes dialogan sobre formas de recuperar la democracia | Vicaría de la Solidaridad
Chile vence 4-2 a Perú en las eliminatorias para México 86 en el Estadio Nacional
Plaza Italia en 1985 | Luis Weinstein
Concepción
Paseo Peatonal en 1985 (la calle transversal no es Castellón sino Portales)
Planta CCU de Pedro de Valdivia, antes de ser vendida y abandonada a su suerte
Autopista Concepción-Talcahuano, previo al Trébol y Mall del mismo nombre
Valparaíso
Trolebús ex Santiago 821 en retorno a Baron en 1985 | Allen Morrison
Calle Cochrane en el Barrio Puerto | Renzo Vaccarezza
Última Parada: 2015
¿Qué podemos decir de lo que estamos viviendo actualmente? Quizá no tengamos autos voladores ni avisos publicitarios holográficos, pero estamos llenos de celulares, redes sociales, bebidas de todos los colores, modas que no comprendemos y, tal como Marty al venir a nuestra era, forjarse un mejor futuro que el que parecía tener destinado.
Y para ello, no necesitamos un DeLorean.
Santiago
Pablo Rojas | Agencia Uno
Concepción
Gerson Guzmán | BBCL
Valparaíso
Pablo Ovalle | Agencia Uno