Rodillas, hombros, mandíbulas, músculos. En total, 16 lesionados dejaron el Mundial de Rugby de Inglaterra tras los 19 primeros partidos, una cifra relevante.

Por ejemplo, en un espacio de cuatro minutos, entre el 63 y el 67, Gales perdió a su centro Scott Williams (Rodilla), a su wing Hallan Amos (Hombro) y a su fullback Liam Williams (Conmoción), frente a los locales el pasado sábado en Twickenham.

Dieciséis jugadores sustituidos tras 19 partidos, es uno más que en el conjunto del Mundial-2011 en Nueva Zelanda, en 48 encuentros.

Las causas hay que buscarlas en un mayor número de contactos. “Es un deporte duro, practicado por verdaderos atletas que se mueven mucho”, señala Mike Catt, centro inglés de cuatro Mundiales, ahora entrenador adjunto del XV de la Rosa.

“El juego ha cambiado mucho desde mi época”, añade Catt, que puso fin a su carrera internacional tras el Mundial-2007.

El rugby no es el mismo. Según la World rugby, desde 1995 y la llegada del profesionalismo, el tiempo de juego ha explotado, pasando en media de 20 a más de 35 minutos entre 1987 y 2011. Los partidos donde ahora se superan los 40 minutos son muchos.

Sobre todo, la estructura de los partidos ha cambiado. El número de penales (-16%), de lines o scrums (-35 a -37%) ha bajado considerablemente. En cambio, el número de puntos de los contactos (mauls y rucks) ha subido en un +135%.

La salud, prioridad

Es ahí donde los contactos son más duros, cuando los jugadores se lanzan sobre otros parados, ocupados en proteger el balón.

¿Qué hacer frente a esta cascada de lesiones? Antes del inicio del Mundial, World Rugby había colocado la “salud del jugador como prioridad número uno”.

El seleccionador galés Warren Gatland piensa que las lesiones pueden tener que ver también con el tiempo de descanso.

“No sé si el período de descanso de cuatro o cinco días entre los partidos es demasiado corto”, afirma.

Sensibilizados por los problemas de las conmociones, los árbitros recibieron como consigna ser particularmente severos en los golpes en el cuello en los agrupamientos. Los recursos al vídeo para sancionar los malos comportamientos han sido muchos.

Pero las lesiones han afectado, por el momento, a otras partes del cuerpo, con una mayoría en las rodillas, siendo eso causa de siete de las dieciséis ausencias.

“No se puede concebir un deporte que lesione, que traumatice. Tiene que ser un deporte practicable para todos”, indicó a la AFP, el presidente de la World Rugby, el francés Bernard Lapasset.

El órgano supremo del juego debería centrarse en una reforma en profundidad de las reglas tras el Mundial. El rugby se ha convertido con el profesionalismo en un deporte de enfrentamiento y ya no lo es de evitar al rival.

Las bajas del Mundial de Rugby

Sudáfrica (1)

Jean de Villiers (Mandíbula)

Inglaterra (1)

Billy Vunipola (Rodilla)

Australia (2)

Will Skelton (Pecho)

Wycliff Palu (Muslo)

Canadá (2)

Liam Underwood (Rodilla)

Connor Braid (Mandíbula)

Escocia (1)

Grant Gilchrist (Muslo)

Fiyi (2)

Waisea Nayacalevu (Rodilla)

Isei Colati (Rodilla)

Francia (1)

Yoann Huget (Rodilla)

Georgia (1)

Davit Kubriashvili (Rodilla)

Italia (1)

Andrea Masi (Tendón de Aquiles)

Gales (3)

Cory Allen (Muslo)

Scott Williams (Rodilla)

Hallam Amos (Hombro)

Rumania (1)

Ovidiu Tonita (Mano)