Para varias generaciones de músicos, los estudios de Abbey Road son un sueño. En estas dependencias, ubicadas en la calle del mismo nombre en Londres, The Beatles concretó una parte considerable de su obra musical. Pink Floyd también los empleó para algunas placas. Incluso, mientras grababan el disco “Wish you were here”, un transformado Syd Barrett (a quien le dedicaron “Shine on you crazy diamond”) los sorprendió apareciéndose en el estudio.
La lista de artistas que han estado en el que quizás es el estudio de grabación más famoso del mundo es mucho más larga: Ella Fitzgerald, Elton John, Two Door Cinema Club, son apenas una pincelada de quienes han tenido la oportunidad de registrar su obra en las dependencias que son ya un mito y que pueden ser recorridas en un especial interactivo de Google.
El pasado 19 y 20 de septiembre, los chilenos Magaly Fields (Diego Cifuentes en batería y Tomás Stewart en las guitarras) también se inscribieron en esta nómina. El programa Rubber Tracks de Converse que se realiza en todo el mundo les dio la oportunidad de llegar a Abbey Road y poder grabar dos temas. “La experiencia que tuvimos fue increíble, apenas entramos al lugar fue impresionante“, señalaron ambos a BioBioChile desde Londres, detallando que las grabaciones se efectuaron en el Studio 2.
Pero los logros de Magaly Fields no solo se remiten a haber llegado hasta el estudio londinense. Si bien hace poco más de un año lanzaron su primer disco de estudio (“Chromatic Days”), su historia está marcada por un largo vínculo en donde destaca la desbordante energía sobre el escenario y la complicidad musical de ambos.
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La típica banda de colegio
La génesis de la banda se remonta a los años de escolaridad de Diego y Tomás. “Nos conocimos en el colegio, éramos compañeros de curso desde chicos en The Newland School, y como en octavo básico partimos tocando juntos, armando las primeras bandas, típicas bandas de colegio haciendo covers“, explicó Diego Cifuentes antes de viajar a Reino Unido.
En primero medio nació Rosamari, agrupación que iniciaron con Lucas Aravena (actualmente en Mad Lucas). El nombre de la banda lo tomaron “prestado” de la mamá de uno de sus amigos, y lograron aparecer en televisión en el marco del concurso de bandas de Garage Music en 2007, transmitido por Red TV.
https://youtu.be/OnWw9zRMEEk
La banda permaneció unida hasta después de haber iniciado los estudios superiores, pero la semilla de un nuevo proyecto ya se había instalado. Tomás Stewart resumió lo que sería el inicio de Magaly Fields: “Diego y yo decidimos juntarnos un día y al tiro salieron cuatro canciones. Dijimos ‘ya, hay algo acá, démosle pa’ delante y veamos si resulta”. Sentimos que había algo, un sonido un poco más nuevo comparado con lo que hacíamos antes, un poco más como la línea en la que estamos ahora“.
El dúo partió como un proyecto en 2011, conocido solo como Magaly, que incluso estuvo alojado un tiempo en Estados Unidos, donde Diego realizó su práctica de diseñador gráfico. En 2012 lanzaron el EP “Mahat Magaly” que contenían cinco temas, un pequeño esbozo de lo que podrían lograr a futuro con de esta formación.
Con las canciones del EP como base, los dos recorrieron diversos escenarios hasta el momento en que decidieron ponerse a trabajar en nuevas creaciones. “Siempre estábamos buscando tocatas y pensamos en sacar un disco nuevo con canciones nuevas. Nos tomamos un tiempo para buscar un sonido que nos gustara y tener algo un poco más fresco“, sostiene Tomás.
Las juntas fueron extremadamente prolíficas y terminaron en 24 canciones. De esas, tras un proceso de selección, 12 terminaron en “Chromatic Days“, el álbum que lanzaron el 10 de septiembre de 2014 y que ha contado con una amplia acogida.
https://youtu.be/y4bpkKpHtqg
Este disco fue un punto de inflexión para Magaly Fields, reconoce Diego: “Yo creo que el lanzamiento del disco marcó un hito. Fue cuando dijimos ‘ya, este proyecto va de verdad’. Siempre la banda fue en serio, pero se mantenía en el formato de proyecto“.
La máquina en vivo
Tras el lanzamiento de “Chromatic Days”, la banda aumentó considerablemente su número de presentaciones en los escenarios, tanto en solitario como abriendo para bandas, entre ellas Radio Moscow y Temples. De hecho, reconocen que tras este último concierto lograron una cantidad de comentarios y nuevos seguidores que los sorprendió.
En febrero, Tomás y Diego concretaron una mini gira por el sur de Chile, pasando por Valdivia, Concepción y Pucón.
El álbum recibió loas tanto desde la audiencia como de la crítica especializada, aunque admiten que una buena parte de los créditos proviene del intenso espectáculo en vivo que han trabajado en estos años.
“Hay una cosa con el espectáculo en vivo. A la gente le impresiona harto el ‘show’ en vivo, siempre llega el comentario ‘la cagó, son dos y suenan como si fueran cuatro’“, señala Diego Cifuentes.
Esto es un aprendizaje constante, según admiten ambos, y muchos de los aciertos que toman en una tocata la transmiten a otra, dependiendo de la reacción del público. Así lo hicieron en Brasil, al presentarse en el festival Bananada de Goiânia
Para la edición local de la revista Rolling Stone, los chilenos no pasaron desapercibidos, calificándolos como “una de las atracciones internacionales más interesantes” que pasaron por el festival”.
La parada en ese país les sirvió para prepararse ante otro festival pero mucho más lejos: el destacado Primavera Sound en Barcelona. El desafío era mucho mayor, ya que su horario de presentación coincidía con The Black Keys, el dúo estadounidense que comercialmente ha logrado mejores réditos comerciales como cuarteto.
https://www.youtube.com/watch?v=BfZPp3PBCQ8
Sin embargo, muchas personas del público prefirieron escaparse de ver a la agrupación liderada por Dan Auerbach y Patrick Carney y optaron por presenciar a los chilenos, con el formato que recuerda los inicios de los mismos The Black Keys o a los desaparecidos The White Stripes.
Eso sí, Diego y Tomás prefieren ser humildes. “No, de ningún modo les levantamos el público a los Black Keys. ¡Jajajaja! Solo coincidieron las cosas”, destaca el baterista.
En Barcelona tocaron tres veces, a lo que se sumaron tres fechas en Francia y una presentación en Berlín, Alemania.
La aventura en Londres
Precisamente en las calles de la capital germana, los dos advirtieron los carteles de la convocatoria al Converse Rubber Track. Sin mayores pretensiones, decidieron postular en línea mientras iban a bordo de un tren, lo que finalmente les valió llegar hasta Abbey Road Studios.
Antes de su partida, la ansia se notaba. Llegaron con dos canciones nuevas al estudio, tras un largo hiato en el que se volcaron por completo a las presentaciones en vivo.
“Estábamos tocando el material del disco que lo teníamos mega ensayado, y ahora Abbey Road fue un ‘paipe’, llegó el momento de hacer cosas nuevas y ponerse a componer. Y no es llegar y ponerse a componer, nos costó en un principio volver a esa dinámica“, sostiene Diego en torno a este nuevo desafío.
Las sesiones se extendieron desde las 10:30 hasta aproximadamente las 19:30 del sábado 19 y domingo 20 de septiembre en el Studio 2 del recinto.
“El espacio es súper grande y alto, bien imponente cuando uno entra. Está lleno de pianos increíbles, varios de ellos utilizados por los mismos Beatles, algunos con las teclas gastadas pero siguen sonando bien, son equipos de primera línea. Lo mismo con los amplis, los micrófonos antiguos, guitarras, batería, mesa de sonido, equalizadores, etc…“, señaló la banda desde Reino Unido.
El modo en que grabaron lo calificaron como “standard”, aunque la diferencia la marcó la exploración de las posibilidades que les daba el estudio. “El método para ir trabajando las canciones e ir experimentando con distintas cosas que tenía el estudio fue distinto a lo que habíamos hecho, el productor esta muy abierto y quiere experimentar sonidos“, agregaron.
Obviamente el largo viaje para llegar a Londres no sería desaprovechado. Su regreso lo agendaron recién para el viernes 26, agendando antes una presentación en el bar Power Lunches junto al proyecto Winka Huayno del chileno Gregorio Fonten y la banda Golden Fruit de la también compatriota María José Andrade.
La oportunidad de Abbey Road no solo la vieron como un hecho de relevancia, sino que les deja la vara mucho más alta para lo que se viene por delante en su carrera.
“La idea de la banda“, remata Tomás, “es ser proactivos y después ponerse a hacer nuevo material y sacar un disco. No es quedarse y seguir girando. Fue un súper buen año pero hay que ponerse a hacer nuevo material para que la rueda siga girando con velocidad. Esto es bueno igual, nos dio impulso para hacer eso“.