El estadio Sausalito de Viña del Mar quedó suspendido por tiempo indefinido para espectáculo deportivos y, además, Everton recibió una multa en dinero, debido a los graves incidentes que obligaron a la suspensión del clásico ante Santiago Wanderers.

La información fue confirmada por el intendente de la Región de Valparaíso, Ricardo Bravo, quien aprovechó la ocasión para cuestionar al club viñamarino tal como lo hiciera el jefe del plan ‘Estadio Seguro’, José Roa.

“Hemos resuelto que momentáneamente no se podrá ocupar Sausalito para este tipo de partidos hasta que se cumplan los requisitos mínimos necesarios para que se entreguen las condiciones de seguridad y contener el comportamiento de algunas barras”, aseguró en rueda de prensa.

Bravo agregó que “cualquier programación se hará coordinadamente entre las gobernaciones de Valparaíso y Quillota, en función de los intereses de seguridad y en función de los desplazamientos de la fuerza pública”.

Además, la autoridad recalcó que “habrá una serie de multas al organizador por el incumplimiento en la cantidad de guardias, en la cantidad de equipos para la detección de metales y en el proceso de control de identidad, lo que hubiese evitado el ingreso de personas con antecedentes”.

Por otro lado, el gobernador Omar Jara ya estableció una querella para establecer responsabilidades. “Vamos a solicitar que exista una identificación de las personas que ingresaron al estadio con la finalidad de sancionarlas”, agregó Bravo.

Por último, el Intendente confirmó que el próximo clásico Wanderers-Everton se disputará el domingo en el Bicentenario ‘Elías Figueroa’ de Valparaíso sólo con hinchas del ‘Decano’ y que el aforo autorizado será de ocho mil personas.