El suizo Roger Federer, segundo sembrado, le sacó provechó a un quiebre desequilibrante en el primer set, para arrollar en dos parciales de 6-4, 6-0 al checo Tomas Berdych, y sellar el viernes su pasaje a semfinales del Masters 1000 de Indian Wells (California).
Ahora, el ex número uno mundial y campeón de 17 torneos del Gran Slam, espera por el desenlace del otro tope de cuartos de final de esta fecha, entre el español Rafael Nadal (N.3) y el canadiense Milos Raonic (N.6).
Bajo un sol de justicia en el mediodía del desierto californiano, el partido comenzó nivelado hasta que que en el séptimo juego del primer set, Federer consiguió el quiebre para adelantarse 4-3, luego de que Berdych metiera su devolución en la red.
El checo no asimiló el traspié y estuvo montado en la ola de la frustración el resto del partido, permitiendo que Federer le quebrara el servicio en otras dos ocasiones, para conseguir un estimulante triunfo al cabo de 68 minutos de juego.
“El primer quiebre fue fundamental para establecer mi ritmo en el partido. Podría decir que por ahí fui caminando hasta el final”, dijo Federer al pie de cancha.
“Hemos jugado en el circuito a lo largo de muchos años, y nos conocemos muy bien. Tomas es un rival exigente”, indicó Federer, que lidera 13-6 el duelo personal contra el checo.
En sus 15 apariciones en Indian Wells, el suizo acumula con ésta 51 victorias y ha ganado cuatro títulos (2004, 2005, 2006, 2012).
Además, éste fue el triunfo número 51 en las canchas duras de Indian Wells, un torneo que ha ganado en cuatro ocasiones (2004, 2005, 2006, 2012) y donde busca convertirse en el primero en ganarlo cinco veces.
“Este es un torneo exigente, de cinco días seguidos de competición, y ahora me espera otro rival difícil en semifinales, Rafa (Nadal) o Milos (Raonic)”, afirmó.
- Un Federer absoluto -
Indian Wells ha permitido ver a un Roger Federer como en sus mejores tiempos, con su usual visión y control de la cancha, su estilo elegante y a la vez devastador, y una filosofía de jugador que sólo se adquiere con la experiencia.
El suizo ha estado dominante en este torneo, accediendo a semifinales sin ceder un set ante sus rivales, el argentino Diego Schwartzman, el italiano Andreas Seppi, el estadounidense Jack Sock y ahora Berdych.
Un Federer en su estado más puro se mostró en su encuentro ante Berdych, quien le había ganado cinco de los últimos nueve partidos entre ambos.
El suizo fue llevando el partido a su terreno preferido, de saques incómodos y puntos cortos, y lo logró a cabalidad.
En el encuentro, Federer consiguió 23 de 26 puntos posibles con el primer saque (88%, el más alto hasta ahora entre todos los participantes), y no concedió puntos de quiebre a lo largo del partido.
Fue tal el dominio de su servicio, con una media de 198 km/h -no precisamente de los más rápidos del circuito-, que Berdych sólo pudo capitalizar 6 de 40 devoluciones en los dos primeros saques de Federer.
“Hoy sentí que todo me trabajó bien, el saque funciónó como esperaba. Fue un gran día”, manifestó el astro suizo.
Su siguiente compromiso será vital, aunque en lo profundo de su mente esté rezando para que su rival sea Raonic, a quien ha vencido en 8 de 9 partidos, incluida la final del torneo de Brisbane (Australia) de este año.
Nadal es otro mundo, en el que Fededer se ha empantanado sin poder llegar a la orilla en 23 de los 33 partidos que han tenido en el circuito ATP.