Tras más de 100 días en alta mar, el remero mexicano Abraham Levy concluyó el pasado sábado su travesía en solitario del Atlántico al atracar en el balneario de Cancún (este de México), una hazaña que busca promover la conservación del medio ambiente.
“Un golpe de remo a la vez en la dirección correcta, eso puede resumir mi travesía”, dijo Levy conmovido, al bajar de su embarcación “Cascarita”, que pesa unos 180 kilos y mide 6,7 metros de largo por 1,3 de ancho.
El atleta zarpó el 21 de octubre del Puerto de Palos, en el sureste de España, y fue haciendo pausas en tierra durante su viaje de cerca de 9.000 km, remando un promedio de 12 horas diarias que sumaron 106 días en alta mar.
Ondeando la bandera de México, Levy llegó a las caribeñas playas de Cancún dos horas después de lo previsto, debido al oleaje repetido y el viento en contra que debió sortear en la última etapa de su periplo.
El remero donará parte de los fondos que recibirá de sus patrocinadores privados a la ONG ambientalista The Nature Conservancy.
“Mi abuelo me enseñó a maravillarme ante las cosas y este arrecife está lleno de magia, dependemos de esta barrera arrecifal porque dependemos de los océanos, y el arrecife es el pulmón del océano. Por eso es fácil hacer una hazaña así, porque la haces para un bien para ti mismo”, comentó.
Nueve canoas de madera, al estilo de la cultura maya, escoltaron al atleta al acercarse a tierra, donde cientos de personas le estaban esperando, entre ellas autoridades locales, su madre y su hermana.
Pese a no haber podido dormir en las últimas 36 horas, Levy relató sonriente su aventura, durante la que debió alimentarse casi exclusivamente de comida deshidratada y afrontar una tormenta de seis días durante el período navideño, con vientos sostenidos que alcanzaron los 140 km/h y olas de ocho metros.
Estar dentro del mar en estas condiciones “es impresionante, todo cobra vida. Las olas revientan contra la embarcación y se escucha como un tambor ¿Por qué le sigues? Porque no hay a dónde correr, lo único que puedes hacer es confiar que la preparación es correcta”, relató.