Se cumplía el tiempo reglamentario y el árbitro pitaba 5 minutos de adición en el encuentro entre el Augsburgo y el Bayer Leverkusen en la jornada 24 de la Bundesliga.

El encuentro lo perdía el local 2-1 y los descuentos se presentaban como una oportunidad inmejorable para rescatar un buen resultado en casa.

Y cuando quedaba el último minuto de adición en un tiro de esquina todo el equipo subió para buscar el tan ansiado gol, hasta el portero Hitz, quién no se imaginó jamás que se convertiría en el héroe del partido.

El lanzamiento se inició y los defensas reventaron el balón, pero el meta siguió ahí esperando un segundo centro de su compañero que mágicamente llegó a los pies del meta, anotando el soñado empate y desatando la euforia en todo el estadio.