El gobierno de México anunció ayer miércoles que renuncia a organizar los Campeonatos Mundiales de natación que estaban programados para disputarse en 2017 en la ciudad de Guadalajara como parte de sus drásticos recortes de gasto público.

“Se ha determinado informar a la Federación Internacional de Natación (FINA) que México no albergará los Campeonatos Mundiales”, informó en un comunicado Jesús Mena, director general de la oficial Comisión Nacional del Deporte (Conade).

La decisión se tomó después de haber hecho una revisión del presupuesto de la Conade y su prospectiva, indicó el funcionario.

México ya había aportado 9,5 de los 100 millones de dólares que se requerían para la organización del Mundial y, de acuerdo con el contrato firmado con la FINA en 2011, deberá pagar 5 millones de dólares de penalización para no ser sancionado.

“Ya tuve oportunidad de platicar con el presidente de la FINA, el doctor Julio César Maglione, quien lamenta esta situación, pero entiende las circunstancias y reitera su apoyo y respaldo para las actividades acuáticas en nuestro país”, dijo Mena.

Afectado por la dramática caída de los precios del petróleo, el gobierno de México anunció el 30 de enero un recorte de unos 8.200 millones de dólares de su gasto público para 2015, equivalente al 0,7% del PIB, lo que derivó en la suspensión de importantes proyectos como el del primer tren de alta velocidad en América Latina.

Aristóteles Sandoval, el gobernador del estado de Jalisco, cuya capital es Guadalajara, dijo que la decisión fue “oportuna” ya que, además de los efectos que tendría en las arcas del gobierno federal, su región aún arrastra parte de la deuda de 2.400 millones de pesos (161 millones de dólares) por la organización de los Juegos Panamericanos de 2011.

“Todavía no resolvemos los problemas de los Panamericanos y habernos comprometido con este evento hubiera sido una irresponsabilidad”, dijo Sandoval a periodistas.

La historia se repite

La ciudad de Kazán (Rusia) acogerá el próximo agosto la decimosexta edición de los campeonatos de natación, que se celebran cada dos años.

Pero la anterior edición de 2013 estuvo marcada por problemas similares a los que alega México.

Dubái, la gran apuesta económica y deportiva de la FINA para acoger el evento, desistió oficialmente a organizar el Mundial de 2013 alegando dificultades económicas derivadas de la crisis.

Después de una serie de deliberaciones, la ciudad española de Barcelona fue elegida finalmente como sede de los campeonatos de natación, nado sincronizado, saltos ornamentales, polo acuático y aguas abiertas.

Sacudidos por el anuncio de México, nadadores olímpicos y la prensa deportiva lamentaron la renuncia de su país a la organización del Mundial.

“Se veía a venir (…) a nadie que tiene idea como esta la situación en la federación y en el país nos sorprende en lo más mínimo”, dijo la nadadora olímpica Susana Escobar en su cuenta en Twitter.

La prensa local recordó también que, más de tres años después de que México fuera designado como sede para el campeonato de 2017, no se había nombrado un comité organizador, tal y como lo exigía la FINA, ni tampoco habían arrancado los preparativos.

Ya en 2009, México perdió la organización del premundial de básquet de las Américas por no pagar los derechos de organización requeridos por el organismo rector.

México también se comprometió a organizar en agosto de este año el preolímpico de básquet en la ciudad de Monterrey (norte), para el cual el Comité Olímpico mexicano dijo esta semana que está buscando apoyos de empresarios para poder afrontarlo.